En España, el desarrollo de la historia de las mujeres a lo largo de los años 80 coincidió con los profundos cambios que afectaron a la sociedad en el proceso de transición a la democracia. Después de la transición, las reivindicaciones feministas se han dirigido especialmente al acceso al mercado laboral y el reconocimiento de la aportación femenina a la economía. Esta concomitancia contribuye a explicar que la atención de los historiadores se haya dirigido desde época muy temprana al lugar que ocupan las mujeres en las actividades de servicio y producción, sean asalariadas o no. Aunque es evidente que aún no puede realizarse un balance de resultados, el dossier incluido en este número permite apreciar los progresos alcanzados en esta cuestión. Más que una evolución lineal, los autores han intentado mostrar la variedad de situaciones, la diversidad de fuentes y las implicaciones heurísticas de este campo de estudio.