Los exilios han jalonado la historia de la humanidad y, por desgracia, todavía siguen existiendo en nuestros días en aquellos países en los que existen persecuciones políticas, culturales o religiosas. Baste señalar que según la División de Población de las Naciones Unidas el número de refugiados estimados para el presente año 210 asciende a 16.345.740 personas, lo que representa un 7,6% del total de emigrantes internacionales. La principal diferencia entre los exiliados y los emigrantes económicos está en los factores de partida de tipo político que han llevado a expatriarse a los primeros y que les impiden volver a su país en tanto no cambien las circunstancias. El indudable interés del tema es lo que condujo a los coordinadores de la Cáteddra Unesco sobre Emigraciones de la universidad compostelana a dedicarle un coloquio internacional en el que participaron especialistas de diversas universidades y centro de investigación, cuyas ponencias abarcan una muestra de los diferentes exilios desarrollados en la Europa mediterránea en los últimos quinientos años, con una especial atención a los que tuvieron a España como país de salida, pero con la representación de otros registrados en Portugal e Italia.