El texto nos explica que la formación universitaria debe ir más allá de los meros contenidos científicos de cada disciplina e incluir entre sus objetivos formar en valores que fortalezcan la convivencia democrática desde los principios de igualdad y equidad, así como participar activamente en la eliminación de los sesgos de género, entre otras cuestiones. Los medios para alcanzar estos objetivos son amplios y diversos, si bien pueden resumirse, en esencia, en crear un clima de tolerancia y respeto en el aula, analizar la realidad, visibilizar los logros de las mujeres y utilizar un lenguaje no sexista.