En este libro se señalan vías metodológicas por las que encauzar la investigación arqueológica en los distintos campos en los que la cultura material de la Edad media puede ser analizada. Como principio básico, se parte de que todo objeto material, para que adquiera su auténtico sentido, ha de ser encuadrado en el contexto histórico en el que se fabricó; por lo tanto, se considera al arqueólogo no sólo como un técnico sino también como un historiador.