Se estudia en esta obra cómo la poesía lorquiana trata de expresar la caída del Verbo poético, divino y humano al mismo tiempo, desde el estado de gracia infantil hasta el verbo adulto, lleno de doblez e ironía. Este último es la ´voz de la piedra´, e implica la ´muerte oscura´ del Verbo poético infantil, para cuya redención el yo lírico de los poemas lorquianos busca una ´muerte de luz´. Pero, para ello, paradójicamente, el sujeto lírico debe aceptar la citada ´muerte oscura´, es decir, debe purificarse de anhelos mundanos haciéndose como un niño: ´desnudo como un cero´, en expresión del mismo Lorca.