En septiembre de 1904, Unamuno redacta "Mi confesión". Este escrito breve, hasta ahora inédito, sirve al filósofo para expresar sus preocupaciones esenciales.
A lo largo de sus páginas es posible reconocer el germen de dos de sus obras principales: "Vida de Don Quijote y Sancho", que escribe un año más tarde, y sobre todo "Del sentimiento trágico de la vida".