Don diego II López Pacheco recibió de su padre, Diego I, además de un rico patrimonio, una pesada herencia: nada menos quela recuperación de las tierras y villas del marquesado de Villena, que se habían perdido tras la guerra de Sucesión castellana. Fiel al deseo paterno, Don Diego II dedicó una buena parte de su vida a tratar de conseguir de Carlos V el extenso señorío que había creado su abuelo, Juan Pacheco. No le fue posible recuperarlo, la coyuntura política era ya muy otra. Así pues, el linaje Pacheco pierde ahora y ya definitivamente el marquesado de Villena.