El republicanismo político, especialmente el blasquismo, estimuló la creación de escuelas laicas, que además promocionó y sustentó, en todos y cada uno de los distritos de la ciudad de València, al mismo tiempo que fueron también estableciéndose en muchos municipios de la provincia. Llegó a construirse y consolidarse una red importante de escuelas laicas y republicanas por toda la ciudad como alternativa al sistema educativo de la Restauración, autoritario, elitista, clerical y subsidiario.
Esta fue la consigna de Blasco Ibáñez. Pero, a menudo, se olvida el trabajo y la tarea que las escuelas laicas y racionalistas, y, como no, sus maestros, llevaron a cabo para que los ideales y el modelo republicano triunfara. Jugaron un papel importante en la consolidación de los ideales republicanos y compartieron, y también practicaron en sus escuelas, muchos de los ideales y propuestas educativas de la ILE, los movimientos pedagógicos de la Escuela Nueva y del racionalismo, unos postulados ideológicos y pedagógicos que sirvieron como base para plantear la "revolución" en la enseñanza que los diversos gobiernos de la conjunción republicana y socialista intentarán llevar a término.
Enseñanza laica y racional, activa y enraizada al medio, escuela unificada donde conviven niños y niñas de diferente sexo y clase social, que pretende formar ciudadanos, no súbditos, solidarios, autónomos, críticos, libres y activos. Un modelo educativo moderno, innovador y avanzado que será combatido con ferocidad por el catolicismo y el clericalismo más conservador e intransigente. Libertad, racionalidad, modernidad, cultura y educación se presentarán como los elementos básicos para la transformación de España y el avance social.
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