Rigoberto Cortina Gallego (Godella, 1845-Valencia, 1920) es uno de los músicos más prolíficos y activos en la transición del siglo XIX al XX en Valencia. Logró compaginar su actividad como músico de iglesia con una intensa vida artística en los más importantes teatros de la época, destacando tanto en las facetas de intérprete de trombón y viola, como especialmente en las de compositor y director musical. Estuvo vinculado especialmente al Real Colegio-Seminario de Corpus Christi de Valencia, institución en cuyo archivo conservamos en la actualidad la mayor parte de su extensa producción religiosa. Destacan en este género varios motetes, trisagios y misas, aunque si por alguna composición se conoce al autor es por el motete Gloria a Dios en las alturas, conocido popularmente por la Carxofa. Más interesante si cabe resulta su actividad musical como compositor y director de orquesta en los Teatros Ruzafa y Princesa de Valencia, en los que estrenaría durante el último tercio del siglo XIX varios de sus títulos líricos en colaboración con los más destacados autores dramáticos del momento. También hallamos algunas referencias sobre su actividad como director musical en conciertos sinfónicos organizados por la Sociedad Artístico-Musical o incluso como docente en el Conservatorio de Valencia. La gran personalidad musical de Rigoberto Cortina y su afán en favor de la música valenciana supusieron el continuo requerimiento para formar part de varios jurados en certámenes musicales y otros eventos culturales y, además, sabemos que estuvo vinculado a entidades tan importantes en la época como el Círculo Musical de Valencia o la Sociedad de Autores Españoles, entre otras.
