En opinión de Francisco Puy, el jurista debe ser una persona que agarre decidido una experiencia jurídica siempre conflictiva, la describa, la valores y ofrezca una solución para limpiarla, pacificando los problemas que presenta de apropiación, transmisión, reparto, violación y reposición de derechos. Una experiencia jurídica se inicia cuando un individuo le dice a otro que una cosa es suya y el otro o los otros asienten o consienten en que es suya. Una experiencia jurídica crece, tornándose problemática, cuando un individuo o dos o todo el grupo rechazan la declaración de uno o varios que dijeron que algo es suyo, que tiene un derecho de uso, de disfrute o de propiedad; un interés legítimo o cualquier otra opción jurídica. El Derecho es la misma cosa justa, lo justo materializado en el caso concreto real y práctico; y no lo justo legal ni lo justo diseñado en grandes teorías. Este enfoque teñido de realismo abre un amplio horizonte filosófico-jurídico que Puy ha recorrido en muchas direcciones, ensayando nuevas soluciones para cuestiones viejas. Catedrático ce Filosofía del Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela durante 45 años, Francisco Puy ha dedicado una buena parte de su pensamiento a desarrollar una forma de estudio y comprensión de la experiencia jurídica, la prudencial, diferente de la usualmente utilizada en las universidades públicas. Su camino lo ha conducido por las sendas de la Tópica, la Retórica y la Dialéctica clásicas, que ha actualizado en diálogo con la moderna teoría de la argumentación jurídica. En este libro, los colegas, amigos y discípulos del maestro dialogan con él y entre ellos, transitando un panorama temático tan complejo como sugestivo.
