Algunas actividades y profesiones han enriquecido con expresiones originariamente suyas el vocabulario que ahora es común, como sucede con los soldados y los marineros, notables tributarios de la lengua que hoy hablamos todos. "Oportuno", por ejemplo, empezó siendo palabra de marineros (es un derivado de "puerto") y "armario", un término de soldados (ahí guardaban las armas); y si la expresión "no dar un palo al agua" fue en sus inicios una reconvención a marineros perezosos, "echar a alguien con cajas destempladas" se refería a una manera infamante de expulsar a alguien del ejército. Este libro reúne, en cuatro pequeños diccionarios, centenares de historias de palabras y frases hechas que tienen su origen en las actividades militares o relacionadas con el mar, y los completa con dos breves estudios históricos que profundizan en las expresiones "las cuentas del Gran Capitán" y "no hay moros en la costa". Por la amplia información que aporta y por la forma rigurosa y a la vez amena de exponerla, esta obra cautivará tanto a filólogos y lingüistas como a cualquier hablante interesado en conocer la historia de las palabras que utiliza cada día.