Es inevitable que el hecho de escribir libros sobre libros o libros sobre bibliotecas sea un ejercicio excesivamente autorreflexivo… o parcialmente narcisista. Y es probable que algo de ello haya en todas las obras que existen sobre la lectura, el comercio de los libros, la bibliofilia o las bibliotecas, en general.
Sin embargo, es cierto que el libro no deja de ser una tecnología antigua que, desde la invención de los tipos móviles de Gutenberg, como todos sabemos, generó una revolución cultural de unas dimensiones nunca vistas. Y, por tanto, todo estudio relacionado con la evolución y el consumo del libro no deja de ser también un análisis sobre el consumo y el uso del conocimiento humano. (Aunque esté escrito por un amante de la cultura escrita, por supuesto).
Actualmente, nos encontramos en un momento de transformación en el que se está reconsiderando la posición, el sentido y la esencia de la cultura escrita. Principalmente, por la popularización de internet y de todas las innovaciones digitales que han nacido en este nuevo ecosistema digital del libro.
Como consecuencia natural, las bibliotecas tampoco han estado ajenas a esta serie de cambios, sobre todo en este nuevo escenario en el que el papel ya no es el formato exclusivo de la lectura. Cambia el objeto, cambian los lugares donde almacenarlo: los “théke”, ya que la etimología de la palabra “biblioteca” proviene del griego bibliothēke, donde “biblios” es el libro y “théke”, los lugares donde almacenarlo.
Por supuesto, las bibliotecas -ya sean de átomos o de bits– siguen siendo el hábitat natural de los amantes de la cultura escrita, y no solo donde encontrarlos, sino también donde crearlos. En la obra publicada por la Universidad de Castilla-La Mancha Las bibliotecas en la formación del hábito lector se hace un repaso de las últimas innovaciones en la promoción de la lectura, en las diferentes estrategias en la animación a la lectura y en la formación de lectores competentes. Porque estas son tareas de las que también se está ocupando el universo bibliotecario.
Por esta razón, desde Unebook creemos que las bibliotecas no solo son útiles sino que son espacios importantes, necesarios y vitales. Y por eso comenzamos, con este post, una serie de entradas en nuestro blog dedicadas a los libros sobre bibliotecas y su entorno científico.
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Bibliotecas y librerías
Permitidnos comenzar con una novedad que precisamente no habla solo de bibliotecas, sino también de una librería. La antigua librería del CSIC en la calle Duque de Medinaceli. Un espacio que, por desgracia, ya no existe en dicha calle pero que para la UNE conserva mucha importancia, ya que fue la sede del primer espacio UNE, actualmente ubicado en la Librería del BOE.
Esta estupenda obrita, de Mari Paz Aguiló, repasa de la historia de uno de los locales más emblemáticos del CSIC, la librería diseñada por Miguel Fisac en el antiguo edificio de Ciencias Humanas y Sociales, y donde se encontraba la fabulosa biblioteca Tomás Navarro Tomás, actualmente en la calle Albasanz.
Esta obra habla de la librería, del edificio de CCHS, de la biblioteca Tomás Navarro Tomás y de muchas más curiosidades del mundo del libro.
Buena noticia: la librería se encuentra reconstruida en el campus de Serrano del CSIC.
De nada. 😉
Bibliotecas durante la Guerra Civil española
El bibliotecario de la Universidad de Zaragoza Luis Mariano Blanco ha recopilado en Libros como trincheras la historia (o las historias) de la biblioteca de dicha universidad durante la Guerra Civil. Un periodo convulso donde los haya en la historia de dicha institución.
Sucede que, de forma accidental, la biblioteca de dicha universidad se convirtió en centro temporal de la política bibliotecaria del bando nacional, ya que Zaragoza durante el conflicto es pronto una ciudad de retaguardia controlada por dicho bando. Como dice el autor, durante esta época la biblioteca de la Universidad de Zaragoza se convierte en un laboratorio de ideas no solo de la política bibliotecaria de los sublevados, sino que la institución sirve como sustento ideológico al alzamiento, ejerciciendo un papel militante en el apoyo al nuevo régimen.
Toda la documentación que aporta el autor es extremadamente interesante y novedosa, ya que hay pocos libros sobre bibliotecas -por no decir ninguno- en este periodo. Solo desde hace unos años se está empezando a investigar las instituciones bibliotecarias españolas en la época de la Guerra Civil, o en periodos que no sean los de su esplendor o creación.
Muy interesante.
Las bibliotecas del Císter navarro
María Isabel Ostolaza Elizondo, catedrática de Historiografía de la Universidad Pública de Navarra, celebra su reciente ingreso en la Real Academia de Historia con la aparición de esta nueva obra de título tan sugerente: La memoria de los libros.
En este estudio, la autora hace un recorrido por todas las bibliotecas que pertenecieron a la orden del Císter en la zona de Navarra desde su creación hasta la Desamortización del siglo XVIII. Como es sabido, la orden del Císter rigió la vida religiosa y social de Europa en el siglo XII y la primera mitad del XIII, y su influencia cultural fue decisiva para la sociedad europea de la época.
Por tanto, la historia de sus libros y de sus bibliotecas no solo es un recorrido histórico sobre ese aspecto concreto de nuestra historia europea, sino también un análisis cronológico de la cultura principal europea durante este periodo.
Documentado y apasionante.
Los incunables de las bibliotecas universitarias españolas
Si hablamos de libros valiosos, la obra Incunabula Universitatis, de la Universidad de Oviedo y la CRUE, es un auténtico tesoro. Coordinada por Ramón Rodríguez Álvarez, director de la Biblioteca Universitaria de la Universidad de Oviedo, y con diseño del artista gijonés Manuel Fernández, este volumen recopila 981 incunables de 21 bibliotecas universitarias españolas en una extraordinaria edición.
De hecho, este título obtuvo el Premio Nacional de Edición Universitaria 2016 a la Mejor obra editada. Según el autor, en este volumen “se tratan con el rigor que se merecen las ilustraciones que adornan a los incunables, las encuadernaciones que los protegen, así como los antiguos poseedores de los mismos antes de llegar a las bibliotecas, que es tanto como hacer un recorrido por la biografía de los incunables”.
Esta obra monumental significó un gran esfuerzo de coordinación entre diferentes investigadores, pero el resultado lo merece, ya que es un catálogo único de todos los ejemplares raros y únicos de las bibliotecas universitarias españolas.
Un libro para conservar, que nos lleva a proponer la lectura de otras dos obras. Una, Els tresors de la Universitat de Barcelona, otro estudio lujosamente editado que trata sobre los libros raros e incunables de la Universitat de Barcelona.
Una obra coordinada por el CRAI de la UB que, curiosamente, desvela que la mayoría de las obras conservadas en esta institución provienen de las desamortizaciones del siglo XIX. Desde luego, es un estudio para leer a continuación de La memoria de los libros de María Isabel Ostolaza.
Por otra parte, nos encontramos con Col·leccions singulars a les biblioteques de la Universitat Autònoma de Barcelona, publicada por la editorial de dicha universidad.
Este magnífico volumen hace repaso de las colecciones bibliográficas más pintorescas que se conservan dentro del fondo documental de la biblioteca de la UAB. Cartas manuscritas de Carlos Barral, reproducciones políticas inencontrables, dibujos curiosos… Joan Gómez Escofet, bibliotecario de la UAB, nos detalla en el vídeo a continuación algunos de esos secretos escondidos dentro de su biblioteca.
Ver vídeo
Libros, escrituras y bibliotecas
En una primera selección dedicada a libros sobre bibliotecas, no podía faltar el ilustre Armando Petrucci.
Petrucci, que falleció lamentablemente en abril de este 2018 -el día del libro, como no podía ser menos- fue archivero de Estado en la biblioteca de la Accademia Nazionale dei Lincei e Corsiniana. Además, fue uno de los paleógrafos y medievalistas más importantes del mundo, con una obra altamente citada en los ámbitos científicos.
Además de su ocupación como bibliotecario, entre 1961 y 1972 fue profesor en la Scuola Speciale per Archivisti e Bibliotecari de la Universidad de Roma, primero, y posteriormente ejerció la docencia de Paleografía y Diplomática en las Universidades de Salerno (1972-1974) y Roma (1974-1991). Sin embargo, terminó su etapa profesional como profesor universitario de Paleografía latina en la prestigiosa Scuola Normale Superiore de Pisa.
La obra que traemos aquí, Libros, escrituras y bibliotecas, editada por la Universidad de Salamanca, es una fantástica selección de los textos más representativos del autor. Traducidos por el catedrático de la Universitat de València Francisco Gimeno Blay, las piezas aquí reunidas tratan principalmente cuestiones relacionadas con las obras autógrafas y manuscritos -como no podía ser menos-, las transformaciones materiales y conceptuales del libro como tal, el comercio y la circulación del libro en la Europa medieval y la manera sobre la que se ha conservado la memoria escrita de la cultura occidental.
Una obra fantástica para cualquier amante del libro y de las bibliotecas, que transmite no solo conocimiento, sino amor por el libro, la lectura y la difusión cultural. Además, la obra tiene una edición fantástica. Ideal para cualquier enamorado de los libros y de las bibliotecas.
Por último, os dejamos un libro sobre bibliotecas que está agotado en papel pero que por fin lo podemos consultar en digital. Es Las bibliotecas por dentro, de José Lorenzo Jiménez, publicado por la Universidad de Valladolid. Una obra de 160 páginas que cualquier aficionado a las bibliotecas debería leer al menos una vez en la vida…
Esperamos que te hayan gustado todos estos libros sobre bibliotecas que te hemos seleccionado, y que te inspiren para seguir leyendo, consultando libros y, por supuesto, visitando nuestras bibliotecas españolas. 🙂
¡Felices lecturas!