Con motivo del confinamiento en España por la Crisis Sanitaria del COVID-19, nos estamos poniendo en contacto con los editores universitarios para preguntarles qué libros nos recomiendan para estos días.
Nos ha parecido que resultaría muy interesante descubrir las sugerencias de estos agentes culturales que ocupan un lugar estratégico entre la universidad y la sociedad.
Y que dedican sus conocimientos a publicar esos libros que quieren que comprendamos y repensemos cada día el mundo en el que vivimos.
Contactamos con Marco Máximo Milano, coordinador de Publicaciones de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir.
Gracias, Marco, por atendernos…
P. ¿Qué libro estás leyendo?
R. La corte del zar rojo de Simon Sebag Montefiore (Crítica). Es la primera biografía real de Stalin y no pasajes de su vida, donde él nos introduce a la apasionante historia de su corte imperial, a una epopeya de miedos y traiciones, a un mundo de privilegio y corrupción, a una vida en la que se mezclaba el amor familiar y su brutalidad asesina.
P. ¿Qué libro de tu editorial recomendarías durante estos días?
Una versión personalista de la comunidad, donde se traspasa la frontera de los Estados Unidos. Frank Capra propone un orden mundial de libertad y solidaridad entre los pueblos e insta a la necesidad de que las personas tomen las riendas de su protagonismo social, frente al riesgo de una sociedad cada vez más utilitarista y deshumanizada.
P. ¿Alguna cita de algún libro que quieras compartir para estos días?
R. “Una vez más, la fuerza de los fascistas, la incapacidad y la no voluntad del Estado a la hora de reaccionar y hacer valer algunos principios fundamentales de su existencia, como la libertad de prensa, la libertad de expresión y de asociación, pero también el monopolio de la fuerza”.
El Fascismo de los italianos. Una historia social, de Patrizia Dogliani (Universitat de València)
P. ¿Te gustaría compartir alguna reflexión personal sobre la situación que estamos viviendo?
R. Una frase conocida de Blaise Pascal: “El corazón tiene razones que la razón misma ignora”.