Desde la protociencia ficción francesa del siglo XVIII hasta el postciberpunk, el género de la ciencia ficción nos sigue proporcionando entretenimiento, fantasía y perspectivas únicas desde las que vernos proyectados.
Este género especulativo basado en las nuevas investigaciones en ciencias físicas y sociales, ha sido reflejo de nuestras inquietudes, nuestros anhelos y nuestros temores más profundos. Hoy vamos a hacer un repaso a varias obras claves con las que podrás sumergirte en este apasionante género.
Entre los autores de la segunda mitad del siglo XIX sobresalen dos figuras que hay que considerar sin ninguna duda como los dos grandes precursores en la consolidación del género: Julio Verne (a quien en breve dedicaremos un espacio en exclusiva) y H.G. Wells.
La máquina del tiempo H.G. Wells
Aunque H.G. Wells cursó estudios de biología, se consideraba periodista de profesión y su cantidad de artículos, ensayos y novelas lo retratan como un artista indefinible. Conocido sobre todo por su obra de ciencia ficción, escribió novelas como La isla del doctor Moreau, El hombre invisible y La guerra de los mundos; obras tan adelantadas a su tiempo que aún provocan perplejidad. Su capacidad visionaria y su habilidad para la crítica social le valieron ser nominado en cuatro ocasiones al Premio Nobel de Literatura.
En La máquina del tiempo, Wells inauguró lo que es casi un subgénero dentro de la ciencia ficción, el de los viajes temporales. El protagonista, un científico que descubre la forma de viajar en el tiempo, se dirige al futuro con el propósito de conocer una sociedad más civilizada, que haya dejado atrás la violencia y la injusticia. Pero lo que se encuentra es un futuro desolado por la guerra y la deshumanización.
En la segunda mitad del siglo XX, los avances científicos provocaron el incremento de esas miradas al futuro y a lo desconocido. Las teorías de Einstein, la era atómica y los viajes al espacio nos hicieron sentir más próximos a los misterios del espacio tiempo y a los viajes a las estrellas. Autores como Clark y Asimov, con una sólida formación científica, comenzaron a desarrollar una ciencia ficción mucho más realista; con obras que mantienen una filosofía de entretenimiento, pero que analizan los dilemas que plantea la nueva tecnología y observan las grandes cuestiones que definen a la especie humana ubicándolas en un contexto sociocultural radicalmente diferente.
2001 de Arthur C. Clark
La colaboración entre Arthur C. Clark y Stanley Kubrik en la elaboración de 2001, una odisea del espacio, dio como fruto la obra más significativa y de mayor impacto cultural de la historia de la ciencia ficción. 2001, basada en el cuento de Clark El centinela, abrió las puertas de la ciencia ficción a un público diferente y que provocó que el género se contemplara desde entonces con mucha más seriedad.
Escrita al mismo tiempo que el guión cinematográfico, la novela explica partes de la trama que en la película sólo son sugeridas; de forma que la lectura del libro resulta, en este caso, una experiencia complementaria a la cinematográfica. La primera parte del libro, la introducción prehistórica que narra el dramático punto de inflexión de la evolución de nuestra especie con el primer encuentro con el misterioso monolito, continúa resultando fascinante. La búsqueda y estudio de esos extraños monolitos es el motivo de un viaje fascinante a través de las estrellas acompañados de HAL, el ordenador confundido y superado por las circunstancias. Para siempre quedará el magnífico estudio de la personalidad de la inteligencia artificial de Hal y de cómo termina desbordado por la incomprensible necesidad de los humanos a guardar secretos.
Yo robot de Isaac Asimov
Si el nombre de Isaac Asimov está asociado en la cultura popular sobre todo a la ciencia ficción; este hombre de carácter renacentista tenía un cerebro tan privilegiado que convertía cualquier arrebato de curiosidad en obras de calidad. Sus más de quinientas obras abarcan la divulgación científica, la historia, el misterio, el humor y algunas de las mayores obras maestras del género de la ciencia ficción como la Saga de la Fundación y sus inolvidables novelas de robots.
Desde que Karel Capek introdujo el término robot en su obra teatral R.U.R., los misterios de la inteligencia artificial han cautivado a los escritores casi tanto como a los propios científicos. Asimov dedicó una significativa parte de su obra a estudiar este fenómeno simultáneamente desde el punto de vista dramático y científico. Asimov plantea las leyes fundamentales de la robótica que, más de setenta años después, todavía no han sido superadas. Yo Robot es una colección de cuentos que tienen como tema común los dilemas tecnológicos y filosóficos a los que hacemos frente al crear inteligencia artificial. Su originalidad, su sentido del humor y su forma casi didáctica, hacen de Yo robot una obra perfecta para acercarse a la ciencia ficción.
Tiempo para amar de Robert Heinlein
Heinlein es el maestro de maestros de la ciencia ficción. Su amplitud de registros le hacen parecer media docena de escritores diferentes. Defiende tantos conceptos diferentes que a través de su obra es casi imposible adivinar cuál era su verdadera forma de pensar, si es que su mente caleidoscópica le permitía tener sólo una. Para entenderlo echemos un vistazo a cuatro de sus obras:
En Estrella doble cuenta la historia de un actor fracasado convertido en político. Premio Hugo. En la polémica Tropas del espacio creó el género militarista, imitado hasta nuestros días más de lo recomendable. La obra fue acusada por algunos sectores de belicista e incluso de fascista. Segundo premio Hugo. Forastero en tierra extraña es la historia del regreso a la Tierra del primer colono concebido y educado en Marte. A Heinlein, dos años después de ser acusado de ultraconservador, ahora se le tacha de contracultural y de atacar los valores del matrimonio. Mientras tanto, tercer premio Hugo. La luna es una cruel amante, la historia de la guerra de independencia entre las colonias de la Luna y los colonizadores terrestres. Una metáfora sobre la guerra de independencia americana de la que es testigo Mike, un súper ordenador encargado de la seguridad lunar. No le den más vueltas, cuarto premio Hugo.
Y Tiempo para amar es la joya de la corona de la obra de Heinlein. En el siglo XLIII, con el objetivo de recabar información histórica de primera mano, se realizan una serie de entrevistas al hombre más longevo del mundo: Lazarus Long. Nacido en 1912, Lazarus Long nos llevará a lo largo de los siglos a través de sus días como contrabandista, músico, vagabundo, abogado, esclavo, soldado… Todo ello rodeado de una galería de personajes maravillosos y pintorescos que nos acompañarán a través del Universo a vivir aventuras épicas e historias pequeñas e íntimas. La existencia vista a través de los ojos de un personaje de una honestidad radical, quien como su autor, parece haber acumulado la sabiduría de milenios; un aventurero que ha visitado los confines del Universo y del alma humana sin haber tenido nunca la intención de ir a ninguna parte.
Crónicas marcianas de Ray Bradbury
Ray Bradbury es probablemente el autor de ciencia ficción de mayor calidad literaria; un escritor que ofrece un concepto de la ciencia ficción menos científico y más poético y filosófico. Alumno aventajado de Borges, deja que sus universos inventados vayan calando en el lector a pinceladas de forma casi subliminal.
En Fahrenheit 451 retrata una realidad distópica en la que los libros se consideran una enfermedad social. En medio de una sociedad asolada por la guerra, insensibilizada e insolidaria, nos encontramos con una historia de amor imposible, de amistad anacrónica. Como en el resto de la obra de Bradbury, la belleza aparece en el mundo y dentro de nosotros mismos de forma tan sutil como inevitable.
Crónicas marcianas narra el proceso de colonización de Marte desde la llegada de los primeros astronautas terrícolas al planeta rojo y sus primeros encuentros con los marcianos, una especie con habilidades telepáticas. Bradbury va desarrollando una crónica fragmentada a través de relatos cortos e independientes, tejiendo un entramado de historias sobre el encuentro con una civilización en ruinas, decadente, fantasmagórica ante nuestros ojos.
Ubik de Philipp K. Dick
Philipp K. Dick supone una vuelta de tuerca fundamental al género de la ciencia ficción. Sus colecciones de cuentos son de una calidad y una variedad que por sí solos lo colocarían entre los mejores escritores de ciencia ficción y sus novelas han tenido un impacto enorme tanto en las posteriores generaciones de escritores de ciencia ficción como en la cultura audiovisual.
Una constante en la obra de Dick, como en la de Bradbury, es que no se conforma con llevarnos a otro Universo. Profundiza en él hasta que lo aceptamos de forma natural y entonces nos arrastra con sus excepcionales historias un paso más allá. En El hombre en el castillo, galardonada con el premio Hugo, nos presenta un mundo alternativo en el que Alemania y Japón ganaron la Segunda Guerra Mundial, creando así el subgénero de la ucronía o realidades históricas alternativas. Pero este punto de partida no es un fin, sino una herramienta para navegar por los personajes y reflejar nuestra sociedad en esa realidad alternativa. En ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, novela de culto que inspiró la película Blade runner, los androides que se hacen pasar por humanos son un reflejo de nuestro propio desprecio por las emociones.
En Ubik, destaca especialmente la habilidad de Philipp K. Dick para jugar con las puertas de la percepción. ¿Qué es ese misterioso producto que se anuncia en infinitas formas? ¿Estamos en el futuro? ¿En una realidad alternativa? No es de extrañar que habiéndose adaptado tantas de sus obras al cine, Ubik permanezca exclusivamente en su forma literaria. Bajo esta sátira cruel de la sociedad de consumo, Ubik esconde un viaje inclasificable a través de la mente humana, un laberinto de puntos de vista y una historia que nunca se dirige hacia donde podríamos anticipar. Una obra que engancha desde la primera página y que desconcierta hasta la última; fruto de la mente compleja y única de un autor irrepetible.
El juego de Ender de Orson Scott Card
Orson Scott Card es un prolífico escritor especializado en ciencia ficción, cuyo carácter contestatario y polémicas opiniones no han evitado que sea universalmente considerado como uno de los maestros del género. Autor de comics, videojuegos, cuentos y novelas; sus trabajos más conocidos son sus sagas: la Saga de Alvin el hacedor, la Saga del retorno y sobre todo la Saga de Ender. Fue galardonado con los premios Hugo y Nebula por sus dos novelas El juego de Ender y La voz de los muertos, primera y segunda entregas de la Saga de Ender.
Controvertida y brutal, El juego de Ender es la historia de la educación militar de Ender, un niño que ha sido elegido como pieza fundamental para librar una guerra en la que una derrota supondría nuestra definitiva extinción. La Humanidad prepara un ejército para defenderse de la futura invasión de los insectores, una raza alienígena con la que la humanidad libró una guerra en el pasado a la que a duras penas consiguió sobrevivir.
Snow Crash de Neal Stephenson
Educado en una familia de ingenieros y científicos, Neal Stephenson, se licenció en física y geografía, pero siempre estuvo obsesionado por la tecnología. Su primer gran éxito, Snow crash, publicada en 1992, es considerada la primera novela postciberpunk. En esta novela Stephenson ya resulta ser tan visionario como el mejor Julio Verne. La forma en que muestra los personajes interactúan en el ciberespacio virtual, al que él llamó “Metaverso”, resultó ser un acertado pronóstico de nuestro comportamiento en redes sociales. Para referirse a la identidad virtual que diseñan los usuarios en el Metaverso, Snow crash introdujo en nuestro vocabulario el término “avatar”.
Snow crash es una parábola sobre el caos y la pérdida de información. El protagonista, un humilde repartidor de pizza cuyo avatar en el Metaverso es un príncipe guerrero, descubre la existencia de un misterioso virus diseñado como un mecanismo de control.
Estos son sólo unos pocos ejemplos de cómo adentrarte en los secretos del futuro y descubrir los secretos que nos aguardan en las estrellas distantes. Ojalá que te animen a descubrir muchos más. ¡Larga vida y prosperidad!