Seguimos recabando recomendaciones de lectura para estos tiempos de crisis sanitaria mundial por coronavirus COVID-19 y nueva normalidad.
Tras las sugerentes y reveladoras propuestas que nos han hecho en este blog los editores universitarios españoles e iberoamericanos, preguntamos ahora a los expertos en el mundo de la edición y del libro.
En sus respuestas, y a través de los libros que nos recomiendan, hallamos nuevas perspectivas de reflexión sobre la situación que vivimos y pistas sobre cómo abordarla desde distintos ámbitos.
Contactamos con José Antonio Millán, editor y escritor.
Gracias, José Antonio, por atendernos…
P. ¿Qué libros le han ayudado a superar las semanas de confinamiento y cuya lectura recomendaría?
R. La verdad es que han coincidido mis deseos de evasión y los motivos profesionales. La preparación de un libro me ha llevado a leer obras de (y sobre) la segunda mitad del siglo XV y la primera del XVI. He vivido más ahí que en el siglo XXI…
Por supuesto, entre ellas destacaría La pasión de saber. Biografía de Antonio de Nebrija, de Pedro Martín Baños, que es un libro apasionante. Pedí [a Unebook] un ejemplar por línea aún en el confinamiento, y me llegó muy bien. Soy buen visitante de librerías, pero el pedido por web y las ediciones electrónicas (que he obtenido de eBiblio, vía mi biblioteca barcelonesa) me han salvado la vida en estos meses.
P. ¿Qué libro recomendaría para la nueva normalidad y por qué?
R. He releído mucho a Kafka: El castillo, El proceso… No voy a descubrir nada, pero pocos autores reflejan como él la perversión burocrática de la vida.
En un momento en el que se superponían las leyes de siempre (incluida la nefasta “Ley Mordaza”) con las normativas nuevas, variables, contradictorias: las distancias, los horarios, las actividades reguladas, las salidas con los niños pero no en los parques, los aviones atestados pero no los teatros, el millón de sanciones que se han impuesto por incumplimiento, por pasarse de los metros, o por comprar lo que no se debía…
Kafka se puede leer hoy (como decía el viejo chiste argentino) a la manera de una novela costumbrista.
P. ¿Alguna cita de algún libro que quiera compartir para estos momentos?
R. De Italo Calvino, Los amores difíciles me han deparado momentos muy bellos. Precisamente en pleno confinamiento, cuando echaba de menos callejear y fotografiar cosas, me gustó este párrafo; en el fondo es sobre la imposibilidad de la fotografía, por eso creo que me consoló.
—Porque una vez que has empezado —predicaba—, no hay razón alguna para detenerse. El paso entre la realidad que ha de ser fotografiada porque nos parece bella y la realidad que nos parece bella porque ha sido fotografiada, es brevísimo. Si fotografías a Pierluca mientras levanta un castillo de arena, no hay razón para no fotografiarlo mientras llora porque el castillo se ha desmoronado, y después mientras la niñera lo consuela mostrándole una concha en medio de la arena. Basta empezar a decir de algo: «¡Ah, qué bonito, habría que fotografiarlo!» y ya estás en el terreno de quien piensa que todo lo que no se fotografía se pierde, es como si no hubiera existido, y por lo tanto para vivir verdaderamente hay que fotografiar todo lo que se pueda, y para fotografiarlo todo es preciso: o bien vivir de la manera más fotografiable posible, o bien considerar fotografiable cada momento de la propia vida. La primera vía lleva a la estupidez, la segunda a la locura.
P. ¿Le gustaría compartir alguna reflexión personal sobre la situación que estamos viviendo?
R. Ha sido una maravilla contemplar a la naturaleza ir recuperando poco a poco su espacio de la ciudad. Los alcorques de los árboles, por ejemplo, convertidos en minúsculos jardines salvajes. El silencio, el aire limpio… E incluso la relajación que invadía a muchas de las personas: ese estado de quien no tiene plazos que cumplir ni tareas que hacer porque todo se ha parado.
He vivido la vuelta al tráfico, a los ruidos y la crispación como una maldición. Pero yo (como otras muchas personas) hemos probado el sabor de otra ciudad posible. Y no lo olvidaremos…