Historia de la literatura ilustrada española del siglo XIX, coeditada por las universidades de Santiago de Compostela y Cantabria, ha ganado el Premio Nacional de Edición Universitaria a la Mejor coedición interuniversitaria. El jurado ha dicho de esta que “no solo es una historia de la literatura del siglo XIX, sino que también recoge la recepción de esta literatura sin olvidar los aspectos paratextuales. Un gran esfuerzo editorial apoyado en investigadores de ambas universidades.”
Juan L. Blanco Valdés, director de Publicaciones USC, nos invita a adentrarnos y conocer mejor esta obra.
P. ¿Qué supone este reconocimiento?
R. Todo premio es en sí mismo un reconocimiento. Supone que un jurado muy especializado ha elegido, en cada modalidad, el primus inter pares, pues los premios nacionales de edición universitaria son una «liga» muy dura, se compite a un gran nivel y destacar no es fácil.
P. Además de los subrayados por el jurado, ¿qué otros aspectos podrían destacarse de la obra?
R. A mi juicio, se trata de una monografía coral, en la que especialistas de diferentes ámbitos literarios (novela, cuento, relato corto, teatro, literatura de viajes, fantástica…) confluyen de una manera armónica y equilibrada en el desarrollo de la ilustración como metalenguaje, parejo al mensaje literario. Creo que uno de los grandes méritos de esta obra es el extraordinariamente riguroso trabajo que han desarrollado los coordinadores Raquel, Borja y José María, puliendo, estimulando, revisando, evitando solapamientos, unificando…, todo lo cual no es fácil en una obra tan extensa y conceptualmente tan ambiciosa.
P. ¿Cuál es la principal aportación de este libro a su ámbito de conocimiento?
R. Creo que, hasta el momento, no se había tratado en el panorama crítico español de una manera monográfica y global (sí de forma puntual en trabajos muy dispersos y asistemáticos) algo tan fundamental como la emergencia en la literatura de un lenguaje paralelo (la ilustración, gracias a la perfección en la técnica del grabado) que modifica de modo substantivo la forma en que el lector interactúa con el soporte comunicativo. Ahora, al leer Los Pazos de Ulloa, un lector de la época por ejemplo, ya no tenía que hacer grandes esfuerzos para imaginarse al curita don Julián ni a Primitivo, pues junto al texto aparecían sus efigies, los paisajes, casas, animales… trazados por verdaderos maestros pintores. La progresiva convivencia de estos dos lenguajes es el meollo metodológico y discursivo de la obra, una cuestión, por cierto, apasionante, pues ¿dónde colocar los límites del texto y dónde los de las imágenes? ¿Es una simbiosis y, si es así, como se ha logrado?
P. ¿Qué impacto científico, cultural y social ha tenido la publicación de este trabajo?
R. Mucho, por las razones que acabo de expresar. Para seres casi genéticamente audiovisuales y digitales nativos, como las generaciones contemporáneas, resulta muy difícil imaginar lo que debió suponer la irrupción de la imagen como complemento (o, mejor, aditamento) del lenguaje verbal. Las reflexiones e inferencias que subyacen a esta irrupción van a estar en la base de otros muchos trabajos basados en los desarrollos y conclusiones de esta opera magna.
P. Tras la elaboración de toda obra siempre hay una intrahistoria que en ocasiones merece la pena ser difundida también. Si este es el caso ¿qué deberían conocer los lectores sobre la obra que ha sido premiada?
R. Me gustaría destacar en este punto la intervención de dos personas, sin cuyo intermedio yo no estaría respondiendo a estas preguntas, pues han constituido los cimientos de la coedición. En primer lugar, el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Santiago, insigne pardobazanista, cántabro de cuna y corazón y gallego de adopción, mi buen amigo Prof. Dr. José Manuel González Herrán, quien hace un par de años me puso sobre la pista del trabajo y en contacto con una de las coordinadoras, discípula suya, Profª Drª Raquel Gutiérrez Sebastián. He de decir que el proyecto, como filólogo y editor, me subyugó desde el primer momento. La otra pieza clave ha sido mi colega y amiga, directora de la editorial universitaria de Cantabria, Dª Belmar Gándara, a cuya generosidad y recto criterio debo el privilegio de haber favorecido la participación de mi Universidad en un proyecto tan tentador.
P. ¿Qué otros galardones habéis recibido?
R. Bueno, no nos ha ido mal los últimos años. Mejor colección en 2011; Mejor monografía en ciencias jurídicas y sociales 2014; Mejor traducción y mejor obra de divulgación científica 2015; Obra mejor editada y mejor coedición interuniversitaria 2017; Mejor obra digital y multimedia 2019.
A continuación dejamos el enlace al reportaje-entrevista al director de Publicaciones de la USC en La Voz de Galicia, 27.08.19.