Toda sociedad está sustentada por un sistema de creencias que dan sentido a la vida y el devenir de los acontecimientos, y este era el cometido también de la llamada mitología nórdica, escandinava o germana.
A través de la mitología nórdica podemos hacernos una idea de cómo se organizaban y vivían las primeras sociedades que habitaron el norte de Europa, tradicionalmente asociadas a la exaltación guerrera.
Al igual que en otras mitologías grecolatinas encontramos en la mitología nórdica un amplio plantel de dioses, héroes y hazañas.
Para poder interpretar mejor el universo mitológico germánico-escandinavo recomendamos en primer lugar la lectura de El destino de los dioses, de Patxi Lanceros, quien a través de la comparativa con otras cosmovisiones establece sus rasgos específicos y profundiza en sus referentes de sentido.

A propósito del tema y para poder establecer mejor una comparativa te recomendamos también la lectura de nuestro post sobre la no menos apasionante pero sí mejor conocida mitología griega.
Los Dioses
Los dioses que encontramos en la mitología nórdica se dividen en dos categorías, por un lado están los Aesir, que habitaban Asgard, el reino celestial. Por otro, los Vanir, quienes vivían en el reino de Vanaheim.
Los primeros estaban ligados a temas tales como la guerra, el coraje, o los elementos naturales y los segundos se asociaban al mundo terrenal, eran los dioses de la cosecha, la fertilidad, los mares, etc.
De entre todos ellos destaca Odín, señor de Asgard y padre de todos los dioses. Considerado el dios de la guerra, la muerte y la sabiduría sería el equivalente al Zeus Griego.
También Thor, el dios del trueno y de la humanidad, probablemente la deidad nórdica más popular, en gran parte gracias a la saga de Marvel.
En su obra Mitología nórdica, Enrique Bernárdez, catedrático de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, nos acerca al origen del mundo mítico nórdico.
Nos presenta el particular panteón de deidades que lo componen.

Las Eddas
Los pueblos nórdicos primigenios no contaban con una cultura escrita en el sentido moderno de la palabra, pues no tenían libros.
Sin embargo, disponían de unos caracteres alfabéticos llamados runas, que tallaban sobre diferentes superficies como la piedra o la madera.
Uno de los escritos más importantes que posteriormente dejaría constancia de la cultura de los pueblos del norte es La Edda Mayor.
Se trata de una interesantísima colección de poemas escritos en lengua nórdica antigua, reunidos en el manuscrito medieval islandés conocido como Codex Regius.
Este fue escrito en el siglo XIII, aunque muchos de sus contenidos datan de varios siglos antes.
Junto con la Edda Menor o Edda prosaica de Snorri Sturluson, puede afirmarse que la Edda poética o Edda Mayor es la fuente existente más importante sobre mitología escandinava.


El Völuspá es uno de los poemas más destacados que componen esta Edda poética. Sus versos describen de forma apasionante el origen y el destino del mundo.
Serían, por retomar el hilo comparativo con los sistemas de creencias que nos son más cercanos, el equivalente todo en uno al Génesis y el Apocalipsis del cristianismo.
Un libro muy interesante, obra de referencia sobre los grandes relatos mitológicos en general, es Mitología de Edith Hamilton.
En él la autora se hace eco entre otros grandes relatos mitológicos de las sagas y las Eddas nórdicas. Todos ellos, tal y como plantea con gran rigor y lucidez su autora, sustentan las bases del arte, la literatura y las sociedades occidentales.

Curiosamente, cuando J RR Tolkien creó las deidades de la Tierra Media en su trilogía El señor de los anillos las llamó “Ainur” y “Valar”. Y gran parte de sus territorios y habitantes fantásticos tiene su origen en las Eddas.
Gigantes, valkirias y otras criaturas sobrenaturales
En la mitología nórdica, al margen de los dioses encontramos a seres como los jotuns, peligrosos para el hombre según el relato mitológico.
Podrían compararse con los titanes y gigantes de la mitología clásica, el término se ha traducido tradicionalmente como «gigantes», aunque «troles» o «demonios» podrían ser alternativas más acertadas.
Las valkirias, por otro lado, eran divinidades femeninas que servían a Odín bajo el mando de Freyja, esposa de Odin y habitualmente representada como diosa de la fertilidad.
Richard Wagner se inspiró en estos misteriosos seres para su famosa La valquiria, segunda ópera de la tetralogía El anillo del nibelungo.
Además, encontramos en esta mitología enanos, elfos, nornas que fijan el destino, a Fenir, un lobo gigante, o a Jörmungandr, una serpiente marina.
No es de extrañar, por tanto, que la mitología nórdica haya servido de alimento de forma recurrente al arte y a la literatura, en concreto a la fantasía épica.
Los personajes y criaturas sobrenaturales que se plantean en ella son fascinantes, cautivadoras y rebosan imaginación.
Pero al margen de toda inspiración literaria, bien es cierto que el conocimiento que se tiene, en general, sobre la mitología de los antiguos germanos es bastante superficial, pues esta es más rica y va más allá de las grandes divinidades.
Enrique Bernárdez, buen conocedor de ello, en su libro Los mitos germánicos, presenta una visión nueva de la mitología germánica y nos acerca a la forma de vida de estos pueblos y a los cambios históricos que se fueron produciendo en ellos.
Incluye en esta obra textos nunca antes traducidos al español y las aportaciones de los más recientes estudios sobre una religión antigua pero que sigue viva siendo fe oficialmente reconocida en varios países.

Las sociedades del norte
Godos, Normandos, Suiones…diferentes sociedades poblaron las tierras del norte de Europa y veneraron a los dioses de la mitología nórdica.
Sin embargo, los Vikingos dejaron una huella imborrable en la historia.
Se trataba de un pueblo guerrero y conquistador. Se expandieron por toda Europa, saquearon conventos y sembraron el terror allá por donde pisaron.
Pensamos en ellos como en hombres rudos sedientos de sangre, pero la autora Irene García Losquiño nos da un poco de amplitud.
Nos muestra en su libro Eso no estaba en mi libro de historia de los vikingos a una sociedad bastante más compleja de lo que a priori se ha creído.

Un libro que también indaga sobre si la fama de los vikingos es merecida o no es Los vikingos, de Víctor Álvarez, y para ello busca entre los anales medievales y las sagas nórdicas.

Otro autor que se encomendó a esta tarea fue el historiador británico Paddy Griffith, que en su libro Los Vikingos. El terror de Europa establece los hechos que explican su emergencia y terrible reputación con gran rigurosidad.

Los vikingos también han sido protagonistas de numerosos cómics, novelas y de toda una cultura audiovisual épica, que todavía a día de hoy tira del mito inagotable de este pueblo guerrero.
Buena prueba de ello es la superproducción Vikingos emitida en Netflix desde hace casi una década y cuya próxima temporada se estrenará este mismo año.
Si te gusta el tema tienes entretenimiento asegurado para rato.
¡Felices lecturas!