Todos nos hemos dejado atrapar en algún momento de nuestras vidas por la fantasía de El mago de Oz de la mano de sus encantadores sus personajes. En estos días de recogimiento forzado, te animamos a revitalizar tu inocencia en un viaje a través del camino de baldosas amarillas para descubrir de primera mano la hermosa magia del mundo de Oz.
El clásico
El maravilloso mago de Oz, clásico de la literatura infantil, fue escrito por Lyman Frank Baum y publicado en 1900, con ilustraciones de W. W. Denslow. Narra la historia de Dorothy, una niña huérfana atrapada en una vida anodina en la rural Arkansas que es transportada junto a su perrito Totó a un mundo de magia y fantasía.
Acompañada de sus nuevos amigos, el león cobarde, el espantapájaros y el hombre de hojalata, Dorothy se embarca en la búsqueda del mago de Oz, la única persona con poder para hacerla regresar a su mundo. En su viaje, Dorothy se enfrentará a múltiples aventuras enfrentándose a los obstáculos que la malvada Bruja del Oeste pone en su camino.

En una época en la cual todos los cuentos infantiles estaban ambientados en la vieja Europa, El maravilloso mago de Oz es la primera novela ambientada en Estados Unidos. El espantapájaros busca un cerebro, el león cobarde valentía y el hombre de hojalata un corazón.
Las aventuras de estos personajes en busca de inteligencia, valentía y capacidad de amar calaron en una joven nación que encontró en la obra un reflejo de la búsqueda de su propia identidad. Con una directa influencia de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, la obra no tardó en convertirse en un icono de la cultura popular estadounidense.
Baum continuó desarrollando su propio universo de fantasía en otros catorce libros. La originalidad de su propuesta y la innegable vigencia de su contenido ha convertido a las historias que transcurren en el mágico mundo de Oz en un legado literario universal que sigue y seguirá conmoviendo al público infantil y juvenil de las nuevas generaciones.
El cómic
Oz Integral es la versión en cómic creada por el prestigioso Eric Shanower y la gran ilustradora Skottie Young nos sumergen en el clásico de Baum. Al contrario de lo que sucede con otras adaptaciones al cómic, esta obra enriquece y moderniza el contenido del original de una forma tan imaginativa como elegante.

El mago de Oz para aprender
El mago de Oz/ The wizard of Oz es una edición bilingüe con la que los más pequeños (y no tan pequeños) tendrán la oportunidad de descubrir el mundo de Oz al mismo tiempo que aprenden inglés de una forma práctica y divertida.

El mago de Oz en la gran pantalla
La adaptación cinematográfica del año 1939, El mago de Oz, es uno de los grandes clásicos de la época dorada de Hollywood, su fama incluso ha llegado a superar la del propio libro.
Y eso que la andadura del musical protagonizado por Judy Garland no fue ningún camino de rosas. Pese a ser nominada a seis premios de la academia y galardonada con el Óscar a mejor banda sonora y mejor canción (la inolvidable Over the rainbow), la que fuera en su día la película más cara producida por la Metro Goldwyn Mayer fue un fracaso de taquilla; no recuperó su inversión hasta el reestreno de 1946 y a las reposiciones televisivas que se convirtieron en una tradición para el público estadounidense.
Además, tras la magia y el glamour que brillan en la gran pantalla, el rodaje del inmortal clásico de la MGM esconde todo un anecdotario de quemaduras, traumatismos, intoxicaciones químicas, historias de abusos y profesionales que fueron galardonados por el trabajo que habían realizado otros.
Poco tienen que ver estos asuntos escabrosos con el encanto de Hollywood; el demente ritmo de trabajo al que era sometida Judy Garland, por aquel entonces una adolescente, a quien administraban anfetaminas por la mañana y barbitúricos por la noche, fue una práctica que trajo terribles consecuencias durante el resto de su vida.
De todo esto nos habla Víctor Matellano en El mago de Oz: Secretos más allá del arcoiris.

Desde luego, este clásico cinematográfico supuso un impacto en el imaginario infantil de la época.
Para el escritor y ensayista indio-británico Salman Rushdie, El mago de Oz encarna el deseo de fuga intrínseco al ser humano, un sueño tan poderoso como el deseo de hallar un lugar en el mundo. En su libro El mago de Oz cuenta como esta historia despertó su vocación de escritor.

Lo cierto es, que pesar de sus luces y sus sombras, siempre será un placer volver a ver escenas como aquella en la que Dorothy cantaba el tema central de la película con mirada ensoñadora, escenas que nos transportan, aunque sólo sea por un instante, de nuevo a la infancia.
¡Disfrutad de este clásico!