Da Vinci, el genio
Leonardo da Vinci poseía una curiosidad infinita. Esta era directamente proporcional a su capacidad de inventiva.
Estamos ante uno de los personajes más talentosos y polifacéticos de la historia. Ante el arquetipo de hombre del Renacimiento, instruido en multitud de áreas de conocimiento.
Así lo hace constar Walter Isaacson en su biografía, basada en las miles de páginas de los cuadernos manuscritos de Leonardo.
Pero por encima de todo, Leonardo da Vinci era un gran humanista. Creía en el ser humano y en el progreso.
Como ingeniero desarrolló ideas que serían la llave de inventos posteriores tales como el helicóptero, el carro de combate, el submarino o el automóvil. Todos ellos clave en el desarrollo de la historia.
Como científico Leonardo impulsó el conocimiento en áreas como la anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.
No obstante, su faceta de pintor es siempre destacada por encima de las demás.
Se conocen alrededor de 20 obras pictóricas atribuidas a da Vinci. Entre las que cabe destacar La Gioconda o Mona Lisa y La Última Cena.
Para comprender su pensamiento y las máximas de la época recomendamos la lectura de Aforismos, que compila el conocimiento de la época en la que vivió da Vinci.
El exhaustivo lenguaje descriptivo que emplea en él y la necesidad manifiesta de probar sus teorías dejan constancia de su mente científica.
Da Vinci, el hombre
Su padre era notario y embajador de Florencia, proveniente de familia noble.
Su madre, sin embargo, era una campesina que le dio a luz a los 15 años de edad. Por ello, Leonardo fue un hijo ilegítimo.
Le criaron sus abuelos paternos. Su abuela, Lucia di ser Piero di Zoso, gustaba de trabajar la cerámica, y se cree que fue la persona que lo inició en las artes.
Su andadura artística comenzó en el taller de Andrea del Verrocchio. Allí conoció a otros artistas de la talla de Sandro Botticelli o Domenico Ghirlandaio.
Francesco Menzi fue su alumno y discípulo. También ejerció como su secretario, y como ayudante personal en sus últimos años, cuando Leonardo no podía usar sus manos. Heredó gran parte de su legado.
Te recomendamos la lectura de Leonardo da Vinci. El genio detrás del genio de David Zurdo, que al margen de recorrer los hechos más significativos de su vida, hace un retrato psicológico de el personaje, tratando de averiguar cuáles eran sus miedos o sus anhelos más profundos.
Leonardo era meticuloso, perfeccionista y continuamente habría nuevas vías de conocimiento y experimentación, lo que le dificultaba enormemente la tarea de concluir sus obras. El siguiente libro refleja este hecho a la perfección:
Observar, dibujar, comprender
El humanismo renacentista abogaba por la convergencia de la ciencia y las artes en delicada y perfecta armonía.
Los estudios de Leonardo en ciencias e ingeniería fueron tan innovadores como lo fueron sus pinturas.
Sus diarios y cuadernos de notas aglutinan 13 000 páginas de texto y dibujos, asociando arte y filosofía natural (precedente de la ciencia moderna).
Leonardo observaba con atención el mundo que le rodeaba.
Debido a ello, el dilema perspectiva artificial-perspectiva natural, o lo que es lo mismo, perspectiva y visión, comenzó a interesarle enormemente.
Leonardo da Vinci. Perspectiva y visión, es una obra editada por la Universidad de Alcalá, que investiga el papel que tuvo Leonardo en esta materia. Relaciona su concepto de perspectiva con el de otros autores que lo precedieron, como Leon Battista Alberti y Piero della Francesca.
A partir de este acto de profunda observación, Leonardo trató de comprender los fenómenos, describiéndolos e ilustrándolos con mucho detalle.
Cabe destacar sus estudios sobre el vuelo de los pájaros o el movimiento del agua.
Patxi Lanceros y Juan Barja reúnen en El libro del agua todo el material que da Vinci elaboró a lo largo de su vida en lo relativo al estudio y la observación de este elemento natural.
Otro de los grandes interesas de Leonardo da Vinci fue la anatomía humana.
Comenzó a adquirir conocimientos sobre esta de la mano de su maestro, Andrea del Verrocchio.
Pronto fue un maestro de la anatomía topográfica. Realizó numerosos estudios sobre músculos, tendones y otras características anatómicas visibles.
Los grandes avances en sus estudios anatómicos fueron posibles gracias a la disección de cadáveres de criminales que se le permitió llevar a cabo.
En los años 1510 y 1511 colaboró con el médico Marcantonio della Torre, con quien reunió un conjunto de investigaciones sobre anatomía, con más de doscientos dibujos hechos por él.
Estos y otros muchos dibujos, observaciones y reflexiones sobre arte serían incluidos posteriormente en Tratado de pintura. Una colección de pensamientos y de notas extraídas de sus manuscritos y compilada póstumamente por un autor anónimo.
Esta edición fue la primera en español que se realizó directamente a partir de los manuscritos originales en italiano. Resulta una fuente imprescindible para el conocimiento y el estudio de Leonardo.
Como le faltaba formación básica en latín y en matemáticas, otros investigadores de la época ignoraron sus aportaciones.
Él se definía como autodidacta y siempre estuvo orgulloso de ello.
El legado artístico de Leonardo da Vinci
Los estudios que realizó sobre la luz y la sombra en la naturaleza le permitieron desprenderse de los contornos en su pintura. En su lugar, experimentó con la técnica conocida como claroscuro, dotando a sus cuadros de realismo y profundidad.
También comprendió que el color y el detalle de un objeto varían a medida que se aleja en la distancia. Esto le condujo a emplear la técnica del sfumato para generar esta ilusión de distancia y profundidad.
Taschen ha realizado varias ediciones recogiendo su obra pictórica completa. Hizo una especial para conmemorar el 500 aniversario de este genio:
La última cena se considera la pintura narrativa más fascinante de la historia.
A diferencia de otras representaciones de La última cena, Leonardo captura el momento de forma tan expresiva y dinámica que nos informa de lo que a ocurrido antes antes y también de lo que está por venir.
La Mona Lisa destaca principalmente por la destreza y complejidad con la que se representa la anatomía facial.
También por el paisaje dramático representado en ella, mediante una paleta de colores tenues y por la naturaleza extremadamente sutil del cuadro.
En él mezcló sucesivas capas finas de óleo en la superficie para ocultar cualquier rastro del trazo del pincel.
Otra de las obras más famosas de su carrera es El hombre de Vitruvio, que representa un cuerpo masculino desnudo de pie dentro de un cuadrado y un círculo.
Este dibujo está basado en las ideas planteadas por Vitruvio en su tratado De architectura. Este describió la figura humana como la principal fuente de proporción entre los órdenes clásicos de la arquitectura.
Salvator Mundi, La dama del armiño, su Anunciación o La Virgen de las Rocas son otras de sus pinturas.
Los inventos de Leonardo da Vinci
Esa curiosidad y ese afán por observar fueron, por tanto, fundamentales en su desarrollo como inventor. El mejor ejemplo de esto es el ornitóptero, seguramente la máquina más famosa de Leonardo da Vinci.
Estudiar en profundidad la anatomía de los pájaros fue fundamental para crearla, aunque nunca logró que fuera funcional.
Sus aportaciones al campo de la ingeniería y el diseño industrial las encontramos sobre todo en su obra el Códice Atlántico. Un tratado técnico-científico que incluye armas y vehículos de guerra, estudios anatómicos y sobre arte.
El trabajo de compilación de todos estos escritos y dibujos fue obra del escultor Pompeo Leoni.
Guía breve. 50 grandes ideas e inventos de Leonardo da Vinci nos da una rápida visión sobre sus aportaciones en este campo.
Y si quieres acercar su figura a los más pequeños de la casa te recomendamos que eches un vistazo a este libro editado por Anaya:
Polifacético, ávido de conocimiento, misterioso…siempre podremos seguir maravillándonos y descubriendo nuevas aristas de este personaje eterno.
¡Felices lecturas!
