En Ludwig Wittgenstein (Viena, 1889-Cambridge, 1951) se dan cita todos esos rasgos que han colaborado a construir un personaje que sobrepasa la categoría de ser uno de los filósofos más célebres del siglo XX, para convertirse en un personaje popular que abraza el interés tanto desde la mística hasta las matemáticas.
Su nombre ya se ha convertido en un objeto cultural en sí mismo, que se consume de forma independiente (como el gato de Schrödinger), casi al mismo nivel que los propios libros de Wittgenstein.
No obstante, no sabemos si los libros del filósofo se siguen leyendo más allá de los círculos intelectuales de la academia.
Creemos que sí.
De lo que sí estamos convencidos es de que los libros que Wittgenstein publicó a lo largo de su vida merecen una entrada en nuestro blog. Por su importancia, relevancia y, por encima de todo, su influencia posterior.
El año pasado se cumplieron 70 años del fallecimiento del filósofo vienés y 100 años de la publicación de su obra principal, el Tractatus logico-philosophicus, un libro capital en la historia de la filosofía moderna.
Desde el blog de Unebook, Libros para comprender, queremos contribuir a este homenaje con un post introductorio a la obra y la vida del filósofo vienés.
Comenzamos.
Biografía de Ludwig Wittgenstein
Wittgenstein se crió en el seno de una familia poseedora de una gran fortuna y en un lugar (la Viena de finales del XIX) estratégico y central en la historia intelectual de Europa.
Durante casi 30 años, y junto con París, Viena fue probablemente uno de los escenarios intelectualmente más activos de toda la historia europea.
Sigmund Freud, Schiele, Kokoschka, Gustav Klimt, el círculo de Viena con Carnap, Hempel, Moritz Schlick, etc. Viena estaba rompiendo las costuras a un modelo mental desfasado y abriéndole la puerta a la modernidad.
Pronto, Wittgenstein mostró inclinación y sensibilidad por el pensamiento y la literatura, aunque su decisión universitaria fue estudiar ingeniería en Manchester y en Berlín.
Fue en la ciudad inglesa, mientras trabajaba en el sector de la aeronáutica, donde el joven Wittgenstein comenzó a interesarse por algunos aspectos concretos de la lógica matemática que Bertrand Russell había postulado en Principia mathematica y decidió abandonar su carrera para irse con Russell al Trinity College.
Esta relación entre Russell, Wittgenstein y Whitehead está narrada de forma magistral en Logicomix, un cómic sobre la historia de la lógica matemática moderna y los orígenes de la computación (que lamentablemente está agotado a la hora de escribir este post).Si tenéis ocasión de encontrarlo, no lo perdáis de vista. Es una auténtica joya, en todos los sentidos. Incluso aunque no tengas interés alguno en los libros de Wittgenstein.
Los cuales (spolier) se deberían contar en singular. Porque Wittgenstein en vida solo publicó una obra.
Luego lo explicaremos en detalle.Entre 1914 y 1921, Wittgenstein estuvo combatiendo (de forma voluntaria) en varios de los frentes más arriesgados de la Primera Guerra Mundial. Sus biógrafos dicen que parecía que Wittgenstein estuviera buscando el peligro deliberadamente.
De hecho, al final de la contienda, llegó a ser capturado en el norte de Italia por el enemigo y estuvo preso en una cárcel de guerra.
De alguna forma, por lo que dicen las fuentes, Wittgenstein terminó el Tractatus en las trincheras y en esa cárcel. En 1921, y después de renunciar a la herencia paterna, terminó el Tractatus, pero no fue hasta 1929 que regresó a Cambridge, leyó el Tractatus como su trabajo de fin de tesis frente a Russell y se doctoró con todos los honores.
Entre 1921 y 1929 abandonó la filosofía durante unos años para dedicarse a ser maestro de escuela.
La experiencia como maestro fue nefasta. Y tanto así, años después Wittgenstein estuvo dedicado a encontrar a los alumnos suyos de esa época (ya adultos) con el objeto de pedirles perdón.
Su ineptitud, severidad, falta de empatía e impaciencia con los alumnos ha sido fuente de muchos relatos, como el extracto de la película que incluimos a continuación.
Tras esta experiencia como maestro, Wittgenstein volvió a Inglaterra, y ejerció como profesor hasta 1947.
Fallecería en 1951 de un cáncer de próstata.
Tractatus Logico-philosophicus
¿Cómo explicar una obra como el Tractatus? De una forma objetiva, podemos decir que las escasas 100 páginas de esta obrita es la respuesta de Wittgenstein a los planteamientos sobre lógica que habían formulado previamente Bertrand Russell, Whitehead y Frege.
Un texto aparentemente sencillo, escrito en forma aforística, que poco a poco va progresando y creciendo en complejidad, hasta que alcanza una gran altura críptica.
Wittgenstein vierte este este libro unas reflexiones concentradas que tratan de desentrañar las complejas relaciones entre la lógica y el lenguaje. Y que ha sido semilla para diferentes interpretaciones, que dan para muchos otros libros sobre Wittgenstein.
Consultar selección de libros sobre Wittgenstein
Wittgenstein vierte este este libro unas reflexiones concentradas que tratan de desentrañar las complejas relaciones entre la lógica y el lenguaje desde un punto de vista del atomismo lógico.
Considerado como uno de los libros de filosofía más importantes del siglo XX, este texto fue determinante para el positivismo lógico y, en general, ejerció una gran influencia en todo el desarrollo posterior de la filosofía analítica.
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, Wittgenstein
Todo el sentido del libro podría resumirse en las siguientes palabras: todo lo que puede ser expresado en absoluto puede ser expresado claramente, y sobre aquello que no puede ser expresado debemos guardar silencio.
Lo paradójico del caso reside en que, desde la aparición de esta obra, Wittgenstein empleó todo su esfuerzo intelectual, primero, en tratar de desacreditar el mérito del texto; y, segundo, en tratar de que esta obra se interpretase en una clave mística. No lógica.
Parte de la historia de la publicación de este libro se encuentra excelentemente bien narrada en Tiempo de magos, de Wolfram Eilenberger.
Muy recomedable (ya que El atizador de Wittgenstein se encuentra descatalogado, que también es divertidísimo).
Wittgenstein atizándole (intentándolo, más bien) a Popper.
Investigaciones filosóficas
Esta fue la segunda (y póstuma) obra publicada por Wittgenstein. Un libro más “amable” que el Tractatus, que recoge, según dice él, “el precipitado de 16 años de investigaciones filosóficas”.
En esta serie de reflexiones, Wittgenstein amplía, desafía y cuestiona sus argumentos previos, aunque es posible que hubiera modificado, añadido o variado el manuscrito definitivo si la muerte no le hubiera alcanzado antes.
No quisiera con mi escrito ahorrarles a otros el pensar. Acaso, si fuera posible, estimular a alguien a tener pensamientos propios.
De todos los libros de Wittgenstein que fueron apareciendo tras su fallecimiento, quizá haya que destacar Escrito a máquina. En este texto el filósofo hizo un intento por sistematizar todo su pensamiento en un volumen cerrado, completo y ampliamente detallado. Sin embargo, la obra, y pese a ser realmente fascinante, quedó inconclusa.
“Nos han enseñado a hablar pero, ¿nos han enseñado a hablar con nosotros mismos? Hablar con uno mismo lo hacen todos, pero Dios sabe de qué se trata”
Esperamos que estas pinceladas sobre Wittgenstein os hayan despertado al menos el interés por investigar más en la obra de este filósofo.
¡Felices lecturas!
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