César Vallejo es sin duda alguna una de las grandes figuras de la poesía hispanoamericana del siglo XX.
Este año 2022 precisamente se celebra el centenario de su obra cumbre: Trilce.
Fue publicada al tiempo que otras dos grandes obras de la literatura universal de todos los tiempos, Ulises de James Joyce y Tierra Baldía de T.S. Elliot.
Esto, sin embargo, no resta ni un ápice de peso al gran acontecimiento que supuso su publicación.
Trilce cambió el curso de la literatura iberoamericana, convirtiéndose en un título clave de la poesía de vanguardia de todos los tiempos.
Nacido en Santiago de Chuco, Perú, en 1892, en el seno de una familia humilde, César Vallejo vivió su primera infancia preparándose para iniciarse en la carrera del sacerdocio.
Y este hecho se ve claramente reflejado en toda su obra, plagada de referencias bíblicas, y en la que el sentido de la vida y la preocupación por la muerte están presentes de forma continua.
Vallejo se caracterizó además por poseer una gran sensibilidad para el dolor y el sufrimiento, tanto el propio como el ajeno. Dolor que canalizó a a través de su palabra, de una fuerza arrolladora.
Los heraldos negros
En 1910 César Vallejo se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, pero debido a problemas económicos interrumpió sus estudios para regresar a su pueblo.
Los retomó tres años después. Al mismo tiempo trabajó como maestro para costeárselos.
En esa época frecuentó los lugares donde se desarrollaba la bohemia trujillana, publicó sus primeros poemas en diarios y revistas locales y se enamoró de María Rosa Sandoval, quien inspiró su primer poemario, Los heraldos negros.
Esta obra, poseedora de ciertos rasgos modernistas, emplea un lenguaje simple, a veces incluso coloquial, pero siempre de un gran profundidad.
Es perceptible en ella la influencia directa de su gran admirado Rubén Darío y también la de Julio Herrera y Reissig.

Trilce
Trilce es su segunda obra, y supone un choque radical con la poesía tradicional. Se trata de un ejercicio de verso libre que revolucionó el lenguaje poético.
En contraposición a la perfección formal y al esteticismo modernista, sus páginas huyen de ornamentos y abrazan la espontaneidad, el azar, y el exceso.
Vallejo empleó en esta, su gran obra, palabras inventadas y retorció el lenguaje hasta el punto de sobrepasar los límites de la lógica.
En esta creación literaria, de difícil comprensión en muchos de sus pasajes, transita por su infancia, el amor, la pasión o la angustia.
Trilce nos transporta al centro mismo de la existencia, a la esencia de la vida.

La vocación innovadora de César Vallejo
Su obra evolucionó desde el Modernismo a las vanguardias y del experimentalismo vanguardista hacia una poesía humana de compromiso, pero siempre se caracterizó por tener un sello muy personal y una especial vocación innovadora.
Influido por su tiempo y sus coetáneos, sin embargo, se aferró a su originalidad y su independencia autoral por encima de todo.
Vinculado al ideario marxista, pero sin dejar nunca de lado sus preocupaciones religiosas y estéticas, rechazó cualquier dogmatismo, así como el empleo de la literatura como vehículo propagandístico.
A menudo, sus poemas ponen el foco en la identidad indígena americana. Sin embargo, dedicó otros tantos a realidades cotidianas como su casa y su familia.
Poemas humanos

Vallejo terminó de escribir los Poemas humanos en 1937, al poco tiempo de concluirse la Guerra Civil española.
Tras su muerte fueron publicados en París en 1939 por Georgette Vallejo, su viuda, y Raúl Porras Barrenechea.
La edición contenía además otros dos libros de poemas de Vallejo escritos con anterioridad, Poemas en prosa, y España, aparta de mí este cáliz.
Poemas humanos daba nombre a un grupo de 76 poemas, diferenciados de los Poemas en prosa.

España, aparta de mí este cáliz se centra en la Guerra Civil española.
No sólo su título, basado en un pasaje de los Evangelios, sino también su contenido está plagado de alusiones al libro sagrado.
Pero curiosamente no hay en él rastro de épica bélica, pues más bien se asemeja a una plegaria a favor de los soldados Republicanos españoles.

Para su creación hizo una profunda revisión de las revistas literarias que circulaban en nuestro país durante la Guerra Civil española. También recogió el testimonio de algunos escritores de la época.
La obra narrativa de César Vallejo
En su obra narrativa también está presente su vocación innovadora.
La mayoría de sus novelas abordan la locura y otras problemáticas de tipo social, por ende tienen como protagonistas a mineros o campesinos.
A partir de 1930, coincidiendo con la ampliación de su conciencia marxista, estas temáticas comienzan a ganar presencia.
Un claro ejemplo lo vemos en su obra Tungsteno, novela de denuncia que señala los abusos y conflictos acaecidos en una mina de los Andes. La explotación y el espóleo de las comunidades indígenas por parte de conquistadores y arribistas.
Adquirió mucha popularidad en la década de 1930, durante la depresión económica mundial.
En el siguiente volumen, Julio Ortega hace repaso de su trayectoria como escritor, centrándose en su obra póstuma, orientada hacia la tarea de analizar España en profundidad.
Aporta en él un interesante análisis de su bibliografía, y se detiene en el estudio de un recurso frecuentemente empleado por Vallejo, la tachadura.
La tachadura persigue, en este caso, acotar el contexto, otorgándole así al lector un papel más activo en la interpretación de sus poemas.
También supone una aportación a nivel estético, subrayando la idea de originalidad presente en cada rasgo de su escritura.

El Instituto Cervantes organizó en 2018 el ciclo La poesía del Perú. Jornadas de creación y aproximación, en colaboración con el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada del Perú en España.
En el marco de este evento rindió homenaje a César Vallejo cuando se cumplían cien años de la publicación de Los heraldos negros.
Puedes verlo a continuación, y ampliar algunas de las claves fundamentales para comprender su obra.
Hasta aquí llega nuestro post de hoy.
Creemos que la poesía es más necesaria que nunca, y esperamos haber despertado tu hambre de ella con la revisión de la obra de este gran maestro.
Hasta la semana que viene.