Amor, ingenio y mujer. Antonio Mira de Amescua Fragmento de la obra Jornada primera (Salen el Rey, Pompeyo el mayordomo, y criados.) Pompeyo: Solo a vuestra majestad se aguarda. Rey: Pues, ¿ya ha llegado el cardenal? Pompeyo: Ya ha dejado, con su rara autoridad, muda la Envidia. A su ejemplo, los grandes del reino todos hacen por diversos modos esfera del Sol el templo. Y en Sicilia, que está ufana con Carlos, a ver juralle, cabe un Sol en cada calle y un cielo en cada ventana, por donde las damas bellas ostentando su alegría, se muestran, cual a porfía, en la noche las estrellas. Rey: ¿Viene el Príncipe? Pompeyo: Ya acaba de vestirse.