Las asombrosas tasas de crecimiento de la República Popular China y el
cambio ideológico que se ha producido en aquel lejano país nos hacen
pensar que esta nación asiática tendrá una gran influencia sobre el
devenir social del planeta en las próximas décadas.
Junto con los
Estados Unidos, el Imperio del Centro se perfila como una de las dos
superpotencias que más pesarán a la hora de ejercer el poder y de
definir la distribución de los recursos. Sin embargo, los retos y
aspiraciones de la humanidad no parece que puedan confrontarse y
resolverse aplicando recetas neoliberales, como las empleadas desde hace
un siglo.
El crecimiento económico mundial, tal como se contempla
hoy en día bajo el modelo capitalista, apenas resuelve los problemas de
las desigualdades sociales, la corrupción o la falta de medicinas y
alimentos, ni tampoco está claro si por esta vía material y consumista
los seres humanos seremos más felices.
El Imperio del Centro, con
su pausada estrategia hacia la hegemonía mundial, puede muy bien
modificar, junto con los demás países BRICS, los valores económicos y
sociales occidentales. Estamos ante el umbral de una nueva sociedad
planetaria y será el país de la Gran Muralla, con sus luces y sus
sombras éticas, el que más contribuirá a dar forma a un nuevo contexto
internacional que incidirá directamente sobre nuestras vidas. A largo
plazo, China e India mantendrán en buena medida sus culturas y valores
tradicionales más profundos, los cuales alejarán en cierto grado a las
sociedades occidentales del modelo neoliberal actual, para acercarnos
hacia una visión más oriental y tal vez menos materialista de la vida.
Christian Careaga es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por
la Universidad Autónoma de Madrid y master en negocios internacionales
por la George Washington University de los Estados Unidos. Realizó
estudios de Cobol y matemáticas financieras en la Ludwig-Maximilian
Universität de Munich y completó su formación en la Banking School del
First National Bank of Chicago.