Habladme en entrando. Tirso de Molina
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen don Pedro de Bustos y don Alonso, su amigo, de noche, con músicos, por una parte, con un Criado con una escala, y por otra don Diego Hurtado de Mendoza, de camino, con botas y espuelas, y Juancho, vizcaíno, cargado con el cojín y la maleta en la cabeza, ridículamente vestido. Arrímanse a una parte, y mientras cantan vayan paseando el tablado don Pedro y don Alonso.)
Músicos: "Si no velaran mis ojos
no celebraran las dichas
de los que durmiendo matan,
de los que matando hechizan.
Si no durmieran los tuyos,
glorificaran su vista
los palpitantes despojos
de las más seguras vidas.
¡Ay, ay, qué desdicha!
A quien mira su alma, deja sin vida."
Alonso: ¡Extraño recogimientol
Pedro: ¡Doña Ana, doña Ana!
Diego: Avisa,
Juancho, al mozo que las mulas
aleje donde, escondidas,
aguarden, y vente luego.
Juancho: ¿No las asas y las pringas;
aún no llegas, ya las tienes
currucamientos?
Diego: Ves aprisa.