La niñez del padre Rojas. Félix Lope de Vega:
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Entren el Vicio y la Virtud.)
Vicio: Yo tengo de hacer mi oficio;
tú puedes el tuyo hacer.
Virtud: ¿Siempre habemos de tener
tú y yo pesadumbres, Vicio?
Vicio: Virtud, si tienes indicio
de que tiene condición
para seguirte Simón,
por lo mismo justamente
quiero yo por accidente
divertir su inclinación.
El principio de la vida,
estos dos caminos tiene,
que somos tú y yo; pues viene
a su elección reducida,
no es razón que a mí me impida
tu pretensión el lugar
que intento solicitar.
Virtud: Pues ¿por qué has de pretender
con principios de placer
fines de tanto pesar?
Vicio: En su ser es cada cosa
perfecta.
Virtud: ¡Lindo argumento!
Vicio: Yo mi perfección intento.
Virtud: Pues ¿hay perfección viciosa?
Vicio: Esta máquina famosa,
compone de variedad
su hermosura.
Virtud: La maldad
nunca le ha dado hermosura;
que es la virtud casta y pura
su esplendor y majestad.
El me ha de seguir a mí.
Vicio: Dios no fuerza el albedrío;
luego con razón porfío
que no se vaya tras ti,
y tú no eres Dios.
Virtud: Pues di,
¿quién a la virtud inclina,
fin a que el hombre camina?
Vicio: Deja la arrogancia vana,
que tú eres virtud humana,
y Dios es virtud divina.