En la obra podemos encontrar tres partes, en la primera parte se encuentran temas como el embarazo, el parto, la madre adolescente, las relaciones de pareja y el rol protagónico de las parteras como agentes de socialización primaria. Sin desdeñar las técnicas ancestrales, se aborda la salud intercultural, con énfasis en los estilos de vida indígenas. Esta población hace más de tres mil años tenia el sur de Costa Rica como ruta de paso y el el siglo XX la hace su patria, en búsqueda de mejores condiciones de vida. La segunda parte, se muestra la ruta migratoria, la cotidianidad y dinámica de una ciudad intermedia costarricense, donde todo parece ocurrir normalmente, que no repara en la presencia callada pero profunda, de grupos de personas indígenas que merodean dicha ciudad y subvierten su lógica escénica, produciendo una ruptura con el equilibrio imperante, se trata de familias indígenas que han extendido su trayectoria migratoria al interior del país, empujadas por los procesos desestructurados de los mercados de trabajo agrícolas costarricenses y por la conformación de movimientos migratorios internos, cuya característica identifica la construcción y ampliación de dinámicas territoriales en las cuales la precariedad, la exclusión y la marginalización constituyen vivencias con las que se enfrentan miles de pobladores indígenas costarricenses. Se expone en la tercera parte, la cosmovisión, la religión y las ideas filosóficas, sustrato de la identidad de un pueblo lleno de leyendas y mitos asombrosos que forjaron los protagonistas que desfilaran uno por uno personalmente o en boca de los asesores culturales que emergieron como parte de una metodología cualitativa que sustentó las bases de este libro sobre los Ngóbes del Pacífico Sur.
