La técnica de cultivos celulares surgió a finales del siglo XIX y ha permitido desde entonces multitud de avances en distintos campos de investigación. Gracias a la aparición de esta técnica se ha conseguido, por ejemplo, conocer los procesos de división y diferenciación celular, estudiar el efecto de numerosos fármacos, obtener distintos productos de interés como hormonas, vacunas o anticuerpos, e incluso desarrollar aplicaciones industriales, médicas y diagnósticas. Para trabajar correctamente con cultivos celulares se necesita personal experimentado, que conozca los procedimientos básicos para la obtención de cultivos, así como los requerimientos de cada tipo celular, su comportamiento en cultivo y sus limitaciones. Asimismo, es importante tener en cuenta las principales características de un laboratorio de cultivos celulares y sus propias normas de seguridad y limpieza. En este libro se repasa la evolución y el perfeccionamiento de la técnica de cultivos celulares desde sus inicios hasta sus avances más recientes, se especifican cómo deben ser las instalaciones de un laboratorio de cultivos celulares y el instrumental necesario, se establecen las técnicas básicas de cultivos celulares y se enumeran algunas de las aplicaciones más comunes de esta técnica.
