NO HAY AMIGO PARA AMIGO
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NO HAY AMIGO PARA AMIGO (ebook)

Editorial:
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Materia
Textos clásicos
ISBN:
978-84-9897-777-6
Formato:
HTML5 - Streaming
Derechos eBook:
Acceso perpetuo
DRM
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No hay amigo para amigo. Francisco de Rojas Zorrilla
Fragmento de la obra
Jornada primera
(Salen don Luis, galán, y Fernando, su criado.)
Don Luis: ¡Buena mañana!
Fernando: ¡Extremada!
nunca ha salido el aurora
tan hermosa como ahora.
Don Luis: ¿Por qué?
Fernando: No viene afeitada:
ya se quitó el negro manto,
y ya no sale llorosa,
Don Luis: Si quiere estar más hermosa
dila que no deje el llanto.
Fernando: No lo entiendo.
Don Luis: Fácil es
lo que en tu duda prefieres;
si experimentarlo quieres
cuando enamorado estés,
enójate con tu dama,
y si llora tu rigor,
mas que te llame su amor
su propio llanto te llama;
que en tu retiro violento
y en tu repetido afán,
cada lágrima es imán
del yerro del sentimiento.
Fernando: Saber quiero en conclusión,
¿por qué en celos y amor tanto,
se cree mejor al llanto
que se cree a la razón?
Don Luis: Con una evidencia admira
la respuesta en puridad;
el alma es una verdad,
y el cuerpo es una mentira.
Él se ve, y ella, invisible,
se deja amar, mas no ver,
él falible puede ser,
y ella ha de ser infalible.
De manera, que en tal calma,
aunque obligue otra pasión,
como las lágrimas son
la retórica del alma,
y en dos líneas o mitades
habla en corrientes conceptos
el alma a aquellos efectos
que es fuerza que sean verdades.
La lengua puede moverse
de amor, fingiendo el encanto,
mas no cuando quiere el llanto
puede a los ojos verterse.
Luego si distingo yo
que entre el dudar y el sentir
suele la lengua fingir,
y nunca el llanto fingió,
¿quién podrá, aunque tenga enojos,
dejar con indigna mengua
por las dudas de la lengua
las verdades de los ojos?
Fernando Ya que al Prado hemos salido,
con no ser hora de prado;
y ya que el templo has dejado
donde estabas retraído,
de San Jerónimo, quiero
saber cuál la causa es
de que tan confuso estés,
tan suspenso y tan severo.
¿Por qué andas asombrado?
don Luis, ¿qué te ha sucedido?
¿Qué censo se te ha cumplido?
¿Qué comedía te han silbado?
¿Es, dime, Estrella tu dama?
¿Estrella, digo, Señor,
la que de tu vivo amor
vuelve a habilitar la llama?
¿Acaso la has encontrado
o es que en este campo está?
¿Dime, sabe Estrella ya
que de Flandes has llegado
y que retraído esperas,
porque con valor y suerte
a don Félix diste muerte
antes que a Flandes te fueras?
dime, ¿ha de venir aquí?
un mes no ha que has venido,
y a tu tristeza rendido
vives solamente en ti.
Mas si acaso te molesta
lo que preguntado veo,
recompense mi deseo
siquiera con tu respuesta.

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