El terrorismo de Estado y la violencia sexual son los temas fundamentales en esta obra, una reflexión sobre la experiencia argentina desde una perspectiva de género, prestando especial atención a las posibilidades que tuvieron las sobrevivientes de narrar sus experiencias y de ser escuchadas, lo que la autora llama marcos sociales de escucha, en distintos ámbitos desde las primeras denuncias realizadas durante la dictadura, en Argentina y en el exterior, hasta la actualidad. En la primera parte de este volumen se reconstruyen las experiencias que atravesaron las mujeres en los centros clandestinos de detención durante la última dictadura, vinculadas a su condición de género. En la segunda, se analizan los marcos sociales de escucha con los que se encontraron las sobrevivientes a la hora de querer brindar testimonio en ámbitos públicos sobre estas formas de violencia de las que fueron víctimas.
El libro de Victoria Álvarez es al mismo tiempo conmovedor y brillante. Aborda con sensibilidad y valentía, pero también con rigurosidad académica y gran capacidad analítica, la violencia sexual perpetrada en los campos de concentración en Argentina durante la última dictadura militar. Hace foco en el derrotero de los testimonios de mujeres que vivieron ese horror, para mostrar los cambios a lo largo del tiempo en la capacidad de escucha social, que era nula en un comienzo y que se ha ido abriendo hasta un presente en el que estos delitos han comenzado a juzgarse. Sin dudas, se trata de un libro muy recomendado para todo aquel interesado en la historia contemporánea argentina y más aún, en el problema más amplio de la violencia sexual y de las luchas de las víctimas por visibilizarse, ser escuchadas y encontrar justicia.
El libro de Victoria Álvarez es al mismo tiempo conmovedor y brillante. Aborda con sensibilidad y valentía, pero también con rigurosidad académica y gran capacidad analítica, la violencia sexual perpetrada en los campos de concentración en Argentina durante la última dictadura militar. Hace foco en el derrotero de los testimonios de mujeres que vivieron ese horror, para mostrar los cambios a lo largo del tiempo en la capacidad de escucha social, que era nula en un comienzo y que se ha ido abriendo hasta un presente en el que estos delitos han comenzado a juzgarse. Sin dudas, se trata de un libro muy recomendado para todo aquel interesado en la historia contemporánea argentina y más aún, en el problema más amplio de la violencia sexual y de las luchas de las víctimas por visibilizarse, ser escuchadas y encontrar justicia.
