La revuelta catalana de 1640 dio origen a una polémica publicística en la que participaron numerosos autores catalanes, castellanos e incluso franceses. Uno de los principales motivos de disputa fue la tesis de que los privilegios políticos de Cataluña se remontaban a la época de la Reconquista. En este libro se estudia la argumentación desarrollada por cada uno de los bandos, con la confrontación del discurso populista catalán y el absolutismo de los propagandistas del conde-duque de Olivares. A la vez, todos estos debates se sitúan dentro de la historia general de la historiografía, con especial atención a la cuestión de la génesis del método histórico crítico y su recepción en España.