RELACIONES FORMALES ENTRE LA ESCULTURA PRIMITIVA Y EL ARTE POPULAR EN ÁVILA
ebook

RELACIONES FORMALES ENTRE LA ESCULTURA PRIMITIVA Y EL ARTE POPULAR EN ÁVILA (ebook)

Editorial:
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
Materia
Escultura
ISBN:
978-84-9012-127-6
Páginas:
469
Formato:
HTML5 - Streaming
Derechos eBook:
Acceso perpetuo
DRM
Si
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El carácter intemporal y universal de la forma y su permanencia en el tiempo a través del diseño popular ofrece un nuevo acercamiento a la identidad y al sentido de lo humano, planteada en esta tesis desde el caso abulense. El lenguaje de la forma, la escultura, se presenta así como un proceso creativo innato y necesario de nuestra naturaleza, capaz de permanecer en el tiempo como testigo y conexión de personas más allá del tiempo y el espacio. Este es el sentido de estas tesis que parte de un espacio concreto, Ávila, para ofrecer unas conclusiones con repercusiones universales al plantear un viaje al sentimiento, la emoción y la racionalidad desde la contemplación reflexiva que nace con la necesidad del universal proceso creativo. Dos momentos marginales respecto de la tradicional concepción artística oficialmente aceptadas son los elegidos para desarrollar este trabajo por permitirnos acercarnos a la esencia de conceptos como identidad, supervivencia y creación. Hablamos del primitivismo que cronológicamente nace con los primeros gestos plásticos del ser humano hasta la integración de la cultura desarrollada en estas tierras dentro del contexto más amplio y dirigido de la romana. Como disciplina artística, la escultura permite una mirada diferente a la científica, capaz de estudiar elementos de indudable valor artístico por su belleza, concreción, poesía expresividad de la forma, la materialización de azar e intención... Aspectos que transforman aparentes objetos anodinos, más allá de su valor histórico y testimonial, en fuentes de contemplación, conocimiento y disfrute artísticos que superan incluso la inicial validez funcional en aquellos casos en los que así la hubo. Hablamos de la vitalidad que podemos percibir desde su presencia como elementos artísticos. Estamos condicionados por nuestra propia actitud cultural a la hora de contemplar un objeto. Somos herederos del clasicismo, pero también de una identidad menos reconocida y transmitida, entre otros, por manifestaciones como el arte popular que surgió con las primeras manifestaciones artísticas y que se ha mantenido hasta nuestros días. Es, por lo tanto, el estilo artístico de mayor presencia en cualquier cultura cuya esencia creativa ha conservado el mismo sentido arcaico y primitivo que poco a poco hemos ido olvidando para volver a buscarlo desde la contemporaneidad. Tres caminos temáticos complementarios nos llevan a profundizar en el tema hasta llegar a las conclusiones finales: Materiales y técnicas, temática y aspectos formales. En todos ellos se profundiza en la esencia íntima común tanto a lo primitivo y a lo popular como consecuencia de las particulares relaciones humanas de ambos momentos en relación al ambiente natural y también al económico-social caracterizado por una economía de autoabastecimiento. En lo cultural, la inusual adquisición de materiales y elementos que podemos denominar como «exóticos» aportarán protagonismo ornamental y simbólico, en contraste con el trabajo más habitual condicionado por la asequibilidad de materiales y el mayor desarrollo de sus técnicas vinculadas, que influidos también por una temática común, vinieron a producir resultados formales característicos, incluso transmitidos por tradición y buscados por el autor en cada nueva creación.La facilidad de técnicas como la incisión o el grabado, pero también la sencillez y contundencia de algunas formas provocan una asimilación más rápida y profunda en el inconsciente formal. Estas características condicionan una concepción formal que camina con cierta soltura entre los ámbitos de la abstracción y la figuración, sin llegar nunca a niveles altos de realismo y que en algunas ocasiones adquieren un protagonismo en su relación con los materiales muy próximos a los presupuestos escultóricos propugnados por concepciones y movimientos de gran vitalidad plástica del siglo XX. El concepto y el tema se unen íntimamente para desarrollar un juego más o menos complicado de lecturas icónicas según los casos. La vitalidad de la forma se renueva a lo largo de la historia con cada nueva mirada, que también, a la larga, llega a producir confusión y empobrecimiento por la pérdida de referentes originales. El tema supone la adecuación de la forma a su utilidad, tanto en relación a la funcionalidad de la vida cotidiana, como con los aspectos más intangibles de la existencia desde la proyección de la personalidad artística del autor y por extensión de la comunidad en la que vive inmerso, tal y como seguimos creando hoy. Desde la observación analítica deducimos los muchos valores y elementos que unen a autores de diferentes épocas y espacios por encima del nivel consciente. Esta idea nos plantea unas interesantes y poco conocidas relaciones humanas cuyo testimonio se mantiene a través del arte popular. Hablamos de una manifestación artística nacida con los tiempos humanos, aglutinadora de conceptos y temas pese a la distorsión ya mencionada por la pérdida o transformación del código original. No sucedió así con el diseño de formas y dibujos que se han venido transmitiendo en un estado formal bastante puro, a pesar de las modificaciones propias de la manipulación individual o de la adaptación en función del momento y sus circunstancias. Un acontecimiento fundamental es la presencia del hito, elementos que incluso llegarán a ser adoptados para trascender hasta la expresión culta como símbolos identificativos y expresión de los mismos impulsos intemporales aunque materializados bajo diferentes advocaciones. Podemos afirmar que, aunque el arte popular es bastante fiel a la forma y al diseño, lo es aún más a su esencia, lo cual explica la permanencia de una misma personalidad a través de piezas con diferentes grados de barroquización. Podemos concluir afirmando que nuestra experiencia creativa y apreciativa es universal, pero necesitamos volver a los orígenes desde nuestros actuales planteamientos para reencontrarnos con nuestra propia naturaleza humana, comprender nuestra necesidad creativa, revalorizar los valores artísticos y la trascendencia del hecho creativo, potenciar el conocimiento y desde todo ello, crecer como comunidad particular y global.

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