Con un lenguaje directo, que huye de artificios literarios, el autor narra con pulso firme la historia de un perdedor, en una novela que lo es sobre todos los hombres, pero también sobre uno solo de ellos. Una novela acerca de la capacidad humana para crear y para destruir todo lo que jamás podrá volver a crear. Una novela sobre la esperanza, esa extraña forma de fe que surge una y otra vez en medio de las más terribles calamidades. Una novela de amor, de amor por una persona, de amor por la vida, esa especie de admiración que se siente por un contrincante que sabemos demasiado duro como para tener otra posibilidad que no sea defendernos.
Es, al cabo, una novela contenida en su título: un boxeador cuando está tocado, con el protector bucal descolocado y sangrando a mares por una ceja abierta, sólo puede, para continuar en el combate, abrazarse a su contendiente, que seguirá pegándole y destrozándole los riñones, pero que inevitablemente le mantendrá en pie.
Novela que ha merecido el premio Asturias Joven de Narrativa Corta 2000. Hasta la fecha el autor había publicado la novela De donde vienen las olas (Premio internacional de novela corta Salvador García Aguilar).
