A la vez fuente de inspiración literaria y materia de reflexión ética e histórica, el Sur de los EE UU transmite su abigarramiento y complejidad a la gran saga que constituye la obra de William Faulkner (1897-1962), en la que el condado de Yoknapatawpha (mítica transposición de la región norteña del estado de Mississippi) constituye, más que el escenario de la fabulación, su propio objeto. En ´Absalón, Absalón!´ (1936), Quentin Compson -vástago del linaje cuya ruina se describe en ´El ruido y la furia´- recrea, con la ayuda de su compañero de habitación de Harvard, los obstinados esfuerzos de Thomas Sutpen para regir una gran plantación y fundar una dinastía. La destrucción y el fracaso son la conclusión final de una historia de violencia, orgullo, incesto y crimen.