El 23 de noviembre de 1221 vino al mundo en Toledo el que habría de convertirse en Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y de León. Al cumplirse ochocientos años de aquella fecha, no es nuestra intención volver ocho siglos atrás para recordar al personaje histórico en su contexto o revisar su extraordinario legado, sino retroceder únicamente un siglo, para analizar cómo vivieron nuestros abuelos o bisabuelos –según el caso, y si es que lo hicieron– aquel centenario.