En la tradición de Montaigne, Bacon y Addison, los ensayos de Hume son piezas de variada extensión, que se ocupan de una gran variedad de temas. Los compilados aquí tratan de las pasiones, la tragedia, el gusto estético y sus criterios, la mejor clase de escritura, la moralidad del suicidio y la inmortalidad del alma. Son textos amenos y comprensibles, argumentativos pero de orientación práctica. Hume toma como modelo el dinamismo de la conversación entre personas cultivadas. Lo mueve el afán de -entretener al público-, pero sin que esto comporte la banalización del contenido, más bien al contrario. El escocés piensa que este estilo será beneficioso para el mismo pensamiento teórico o académico, y para el filosófico, en particular, el cual tiende a recluirse en la ciudadela de los muros universitarios.