Pocas personas habrán suscitado tan unánimemente la imagen del maestro como don Manuel Pedroso. Nadie que lo haya conocido ha dejado de mencionar ese ejemplar magisterio que rebasaba ampliamente el ámbito meramente universitario. Los prólogos a este libro, obra de discípulos o amigos, dan fe, una vez más, de la huella profunda que dejó en ellos. Pero nos informan también de la renuencia de Pedroso a rematar sus abundantes notas y esbozos y a publicar sus resultados. Por eso es tan importante la labor realizada con estas páginas, ordenadas por sus discípulos y reimpresas ahora en esta colección dedicada a rescatar la labor inédita o desconocida en España del exilio español de 1939.