Azul? en 1888 fue un grito revolucionario con el que Rubén Darío inauguró el Modernismo. -Es una obra ?dijo él mismo? que contiene la flor de la juventud, que exterioriza la interna poesía de las primeras ilusiones y está impregnada de amor.-
En efecto, Azul? no sólo proclama una concepción del arte y de la vida, sino que, además, la hace palabra. Y ésta, y su ritmo y armonía, se convierten en revelación de un mundo superior regido por la música en un mundo superior regido por la música en un espacio que eleva la existencia.