La sentencia del Tribunal de Justicia en el asunto Simmenthal 2, forma parte de la jurisprudencia clave que contribuyó a definir el proceso de constitucionalización del Derecho comunitario en los años 60 y 70 del siglo XX. Esta importante sentencia ha sido interpretada de manera general como desarrollo del principio de primacía del derecho de la UE. Si bien el principio de primacía no ha cambiado significativamente desde los años 60, y ha sido confirmado por el Tratado de Lisboa, por el contrario el mandato Simmenthal ha sufrido una evolución. Hoy en día, ya no puede ser entendido como una consecuencia procesal del principio de primacía sino como una red finamente tejida de cooperación reflexiva de los tribunales nacionales con el Tribunal de Justicia de la UE. En este artículo se describe cómo el mandato Simmenthal ha sido suavizado, principalmente por el desarrollo de los principios de efecto indirecto y de margen de apreciación. También se analizará la posibilidad de separar el mandato Simmenthal de la doctrina de efecto directo y cuáles son las consecuencias prácticas de tal separación. Por último, este artículo tratará de demostrar cómo el mandato Simmenthal afecta al diálogo judicial europeo y cómo ha reavivado posiblemente la necesidad de revisión constitucional en los Estados miembros.
