L ibro de juventud que FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645) nunca admitió como suyo y en el cual, no obstante, pueden verse ya sus rasgos mejore s y más característicos, EL BUSCÓN no sólo es sin duda paradoja muy b arroca su obra más célebre, sino que probablemente por sí sola le hub iera valido ya la posteridad. Narración satírica que toma como punto d e partida la llamada novela picaresca que ha puesto en auge Mateo Alem án con su -Guzmán de Alfarache-, pero despojándola de toda carga moral expuesta de modo directo y explotando sus posibilidades cómicas tal como explica en su prólogo Pablo Jauralde Pou, responsable de esta edi ción, -El Buscón- constituye una de las máximas exaltaciones de la de gradación grotesca y una forma inmejorable de aproximarse a una de las personalidades más complejas de nuestra historia literaria.