La prosperidad de la ciudad de València en el siglo XVIII contrasta paradojalmente con un Ayuntamiento inmergido en una deuda municipal que arrastra desde época foral. El interés de este trabajo radica precisamente en el análisis detallado de los motivos de esta crisis que anquilosa la actividad económica municipal, y en el rigor de los datos, tanto de los ingresos municipales como de la destinación de los gastos (la misma administración, fiestas, beneficencia, obras públicas, sanidad, educación, etc.). Todo eso, en el marco de una monarquía absoluta que no permite al Ayuntamiento disponer de autonomía en sus decisiones económicas.
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