Una sonámbula camina en la madrugada con los ojos abiertos. Un velo de aire ciñe su mirada, como un bañador mojado se ciñe al cuerpo al salir del agua. La poesía de Coordenadas imprecisas, primer poemario de Angelina Delgado Librero, es una experiencia en la que todo lo vivido se pega al cuerpo y pasa después a las palabras.
Cada poema asoma al lector a una realidad que nace de lo cotidiano y de su observación: de la contemplación de la muerte de un erizo en el arcén, de la tortuga que escapa por debajo de la malla o del pequeño dolor que infligen a los pies desnudos los fragmentos de las conchas en la arena de playa. En todo ello, insignificante y plural, inesperado y desubicado, la autora encuentra mensajes de una realidad sensible que es revelada poema a poema.
Como aquella niña que se baña en las aguas de un pantano y que percibe que gran parte de la realidad está sumergida, es oscura y nunca visible del todo, así la autora conecta, mediante la rendija de las palabras, mundos donde no hay un límite claro entre el yo y el mundo contemplado. De este modo, Coordenadas imprecisas nos invita a sentir la poesía como una vivencia física, entre aquello que está bien y aquello que da miedo o, dicho de otra forma, entre el caos, la emoción y el deseo.