Este manuscrito de 1843 supone un -cara a cara- de Marx con Hegel,
uno de los textos más rotundos del diálogo que mantuvo con aquel a
lo largo de su vida y desde luego el mayor en lo que afecta a la dimensión
ético-política del pensamiento de ambos. Se nos muestra el forcejeo entre
un gigante y otro en la búsqueda del rigor, la coherencia, la precisión,
en el esfuerzo del pensamiento por captar la esencia misma de la cosa.