La correspondencia mantenida entre varias familias asentadas en un espacio que incluye tierra de Cameros, Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Santander y Navarra se convierte en el motor de la historia de un reducido e influyente grupo vinculado a la expansión de las ideas ilustradas por el norte peninsular. Este libro refleja el papel de los miembros de este grupo familiar al calor de la transformación que se produce desde finales del s. XVIII. Individuo y grupo conforman una imagen peculiar de las «reglas de conducta» empleadas en el período analizado. El control de la información y el manejo de las experiencias vitales de cada miembro se convierten en el hilo conductor de esta investigación.