El estudio ha ido ganando centralidad como concepto pedagógico y filosófico tal vez por su potencia para separar la escuela (y la universidad) de su subordinación al programa educativo del capitalismo cognitivo, ese que hace del aprender (y del aprender a aprender) su principal fuerza productiva. En este libro, distintos autores tratan de aspectos relacionados con el acto de estudiar: su significado y su historia, el estudio como forma de vida y como lectura, el estudio y el pensamiento, sus condiciones materiales y sociales, sus espacios y tiempos, sus artes o procedimientos, su carácter público, la iniciación al estudio, la vida estudiantil, las dificultades de estudiar en la sociedad, el aprendizaje... Se trata, en definitiva, de explorar la fuerza de una antigua palabra para probar si puede sernos de alguna ayuda, tanto para la crítica de las instituciones educativas del presente como para la invención y el sostenimiento de otras formas de entender y practicar la educación.