La dieta mediterránea, uno de los patrones dietéticos mejor estudiados, es el resultado de la combinación de influencias socio-culturales, políticas, religiosas,
agrícolas a lo largo del tiempo en una región geográfica. Este modelo de dieta se basa en el aceite de oliva (principalmente aceite de oliva virgen o virgen extra) como principal fuente de grasas, legumbres, frutas, verduras, frutos secos, cereales y pescado, consumo moderado de carne magra y de productos lácteos, que proporcionan una fuente importante de minerales, vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos mono y poliinsaturados y fibra.
El objetivo de este cuaderno es actualizar la evidencia disponible de los beneficios de la dieta mediterránea a través de su impacto en diferentes enfermedades
crónicas, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad renal crónica y enfermedades neuro-degenerativas.