Después de medio siglo la modernidad sigue obsesionada por la pregunta -¿Cómo
educar después de Auschwitz?- Sabiendo con terrible certeza que la cultura no
nos librará de la barbarie, los educadores se ven ante una imperiosa necesidad:
mostrar el horror de la Shoah. Pero ¿cómo hacerlo? Esta obra presenta una
verdadera propuesta pedagógica a partir de documentos, destacando como las obras
de arte, y en especial la literatura y el cine, pueden servir de importantes
mediaciones entre la conciencia de los jóvenes y el mundo inimaginable del
Lager. Ferran Gallego prologa la obra con el título: La España de Franco y el holocausto.
Otra zona para la memoria y la educación.