En las sacristías de numerosos templos de La Rioja se custodian lujosas vestiduras y paños de altar que han permanecido hasta nuestros días en el anonimato. Estas bellas prendas, empleadas por la Iglesia para revestir a sus oficiantes y dotar de solemnidad a los ceremoniales sagrados, constituyen un claro testimonio de las altas cotas que alcanzó en nuestra región el bordado litúrgico, una disciplina artística que tradicionalmente formó parte de las llamadas artes menores y que adquiere hoy una nueva consideración, habida cuenta de la calidad de las piezas conservadas y su valor histórico. En esta obra se aborda la magnífica colección de la iglesia de Santiago el Real de Calahorra, compuesta por varios ternos datados entre los siglos XVI y XVIII, confeccionados con tejidos de seda y adornados con hilos de plata y oro. Su importancia viene dada no solo por la riqueza de las propias prendas, sino también porque se trata de obras excepcionales, representativas del arte textil riojano de la Edad Moderna. Su estudio nos ha permitido conocer el modo de trabajo de los talleres de bordado, los tipos de encargos y sus destinatarios, las prendas que componían el guardarropa sacro, los tejidos empleados en su elaboración y las complejas técnicas con que se ejecutaban tan delicadas labores de aguja. Los motivos decorativos de estas ricas vestiduras siguieron los sucesivos patrones a la moda, desde la imaginería a los diseños florales, pasando por los grutescos u otros repertorios netamente ornamentales, a través de los cuales se descubre siempre el mensaje divino, pues no hay que olvidar que el bordado litúrgico fue un poderoso instrumento de la Iglesia para adoctrinar a sus fieles. Este libro nos brinda la oportunidad de descubrir y disfrutar de un valioso patrimonio que durante siglos ha permanecido oculto y cuyo estudio nos desvela hoy el ingenio y la destreza de los bordadores, magníficos artífices que lograron crear, empleando tan solo telas e hilos, las más sublimes obras de arte.
