Se trata de un arduo y original trabajo donde se reconstruye la vida de Francisco de Moya, uno de los más paradigmáticos libreros de la Málaga decimonónica. Un hombre de oficio, no sólo comprometido con su profesión, sino con una vocación de cultura y aprendizaje, además de ser acreedor de la difusión, desde su negocio, de la cultura, la enseñanza y, desde su credo ideológico krausista, le valió además un compromiso con la convulsa y apasionante política de su tiempo.