¿Por qué el ritmo determinado por el paso del día y la noche es tan relevante para nuestra orientación y nuestra salud? ¿En qué sentido puede el tiempo -perderse- o -darse-? ¿Es cierto que -el tiempo todo lo cura-? ¿Cuánto tiempo -nos queda-? ¿Qué puede querer decir ?más allá del tópico? lo de -vivir el presente-? ¿Cómo es que hoy, en plena época de los relojes y cronómetros de máxima precisión, apenas tenemos -tiempo- para nada? Estas son algunas de las cuestiones que se plantean en este ensayo sobre la experiencia del tiempo; un ensayo cuya originalidad consiste no sólo en la peculiar manera de abordar y de articular el tema, sino también en el uso de un lenguaje comprensible y ameno para expresar ideas de largo alcance aunque aparentemente muy sencillas.