En el siglo XV se desarrolla en Europa un verdadero "imperio de las letras" pues la escritura está presente en todas las relaciones económicas, sociales y administrativas de la época. La capital de este «imperio» en el noroeste peninsular fue, sin lugar a dudas, Santiago, una ciudad en este período con pujantes instituciones "la Iglesia, el Hospital Real, la Universidad" que utilizaban profusamente la escritura y todas ellas con unas características singulares que estimulan y enriquecen la investigación paleográfica. Desde esta constatación, las páginas de "Escribir en Santiago" se consagran al estudio de los entornos y tipos de escritura que se utilizaron en Compostela en los siglos XV y XVI.